11/16/2007

En el día de hoy, ante los comicios de 2008


Me piden los amigos y los adversarios que exprese mi opinión sobre la política exterior, de seguridad y de defensa, hoy en España.

Evidentemente, ello ya estaba en mi ánimo al escribir las entradas Política Exterior, de Seguridad y de Defensa: por un enfoque integral y Primero, el pasado. Es más, a personas serias y responsables les anuncié previamente la redacción de un único texto respecto del cual estas entradas son borradores: sólo me pidiéron, como siempre, claridad; por ello, tal vez resulte oscuro.

Hoy en España vivimos la suma de efectos de lo acumulado antes de 2004. También estamos hipotecados por los créditos autorizados o buscados entonces y a partir de entonces. Y desde luego, opinar sobre ello obliga a poner en contexto lo sucedido a partir del 11 de marzo de dicho año, ejerciendo una libertad de expresión que mi conocida militancia política no me niega. Así:

1. Pese a la vocación pro árabe de nuestro muy conservador Cuerpo Diplomático y de la mayoría de la izquierda, los atentados del 11-M marcaron el fin de la inmunidad de España en relación con el "choque de civilizaciones" que alienta, y no sólo dicha red, Al Qaeda y sus franquicias. Las garantías de los Estados árabes establecidos -y de organizaciones "laicas" como Fatah- han pasado a tener un valor relativo: Irán no es árabe y Afganistán, Pakistán e Indonesia tampoco son persas...

2. La prioridad europeísta dada por el gobierno de Zapatero en 2004 se vió frenada por la "crisis constitucional que sufrió la propia Europa, más que evidente a finales de 2005. La política europea de "vista al Este", impulsada tanto por Schroeder como por Merkel, junto al encastillamiento de la Francia de Chirac con una moral de cerco que quiere romper Sarkozy, limitan objetivamente las posibilidades de España en una Europa que parecía tender a tener 30 Estados miembros hasta que la Rusia de Putin se plantó.

Ni la "bizarría" de Aznar ni el "voluntarismo" de Zapatero podían evitar el cambio de reglas de juego de una España que pasará para 2012 -con crisis económica o no- a ser contribuyente neto en la Unión sin haber realizado los deberes. A diferencia de Italia, España sigue siendo un país de servicios y producción de bienes con cada vez más escaso valor añadido. También está en plena competencia con las facilidades se otorgaron a los nuevos socios del Este. Dicho esto, sólo los imbéciles piensan que el centro de Europa se prolonga más allá de la berlinesa Unter der Linden al Este y de la cuenca del Ródano al Oeste. Al sur, linda con los Balcanes y resulta que el Reino Unido es la única nación europea que puede retirarse del continente...

3. La dependencia energética de España es tan brutal como su dependencia de los ingresos tanto por turismo como por la especulación interior y exterior en torno al ladrillo. Los éxitos de nuestras empresas financieras y constructoras en el exterior solo rinden cuentas de resultados en su seno: el Santander es ya un banco anglosajón en expansión y es en la Gran Cuenca del Caribe y Golfo de México donde se aplicarán las grandes obras de ingeniería hispanas, incluyendo los EE.UU. y, tal vez, el Brasil.

No existe en España malla eficiente de empresas productivas con alta tecnología tal cómo no existe competencia universitaria española en el mercado internacional. Los planes de I+D+i del Gobierno a partir de 2004 son tardíos y cuentan con la oposición abierta o encubierta de gran parte las personas físicas y jurídicas de deberían llevarlos a cabo: se llega a afirmar, con documentación facultativa, que España no puede invertir tanto en I+D+i como propone Zapatero... Por ejemplo, Telefónica compra más tecnología fuera que dentro... y el Ministerio de Defensa, en el menudeo de sus grandes programas...

4. Ya bajo Aznar, de la mano de la Unión Europea, Francia e Italia desplazaban a España en Iberoamérica. También lo hacían Rusia, Irán y China, caso de Venezuela o de Cuba pero no sólo.

La "tercera vía" que podía suponer España con impulso de Zapatero tampoco condiciona las acciones de los anglosajones, entre los que se puede incluir Japón, que resisten bien a los "altermundistas" y ya veremos si no se consolidan en Argentina como lo hacen en Chile y Brasil. Por lo demás, cabe recordar que BBVA, Repsol YPF o la mentada Telefónica son empresas privadas y multinacionales: poco pesa la acción de cualquier Gobierno español en sus decisiones y en la asunción de sus riesgos corporativos. También se debe señalar que la red de ONG's que opera en Iberoamérica bajo el manto de AECI sólo sobreviven gracias a este, tal como las grandes editoriales y grupos de comunicación españoles en lengua castellana dependen demasiado de la voluntad de los gobiernos iberoamericanos en su competencia con otros grandes grupos internacionales.

5. Las líneas de fractura donde se impulsa el "choque de civilizaciones" señalado en el punto 1. enlazan Tarifa con Peshawar, puerta trasera de Afganistán. Al tiempo, los intereses de Seguridad y Defensa de España, servidos por el modelo de integración en la OTAN y en la Unión Europea culminado en 1999, padecen los efectos de la crisis transatlántica cuya solución pasa por la definición del papel que para si quiere, especialmente, Francia.

Francia controla más que nadie el dispositivo básicamente europeo del que España forma parte para la seguridad de El Líbano. Al tiempo, Israel pesa en España sólo a efectos de argumentación -a favor o en contra- y son los países árabes que controlan parte sustancial de nuestro consumo energético quienes terminan condicionando las capacidades soberanas de España en tales materias.

No obstante, haciendo uso de esas capacidades soberanas, España cumple con sus deberes en el seno de la OTAN y de la UE jugando en el marco de las relaciones bilaterales -siempre asimétricas- la partida más importante.

Frente a las amenazas y agresiones terroristas de toda índole, se trabaja día a día con nuestros socios y aliados fundamentales, empezando por los EE.UU. y Francia.

Frente a los específicos de raíz islamista, con nuestros vecinos más concernidos por el fenómeno: Marruecos y Argelia.

En estos asuntos, siempre se ha de preferir llevarse bien con los líderes de otros ejecutivos, desde luego, pero lo importante es que las Administraciones publicas respectivas cooperen en todos los aspectos críticos. Dicho en corto, España se ha llevado mucho mejor, entre abril de 2004 y hoy, con los EE.UU. que con Venezuela y/o Irán: los artículos de fe y parte no se confirman con los hechos públicos y, tal vez en el futuro, publicables..

7. En África, España tiene ya que actuar con mayor compromiso con nuestros socios y aliados, sobre todo si Francia y los EE.UU. llegan a acuerdos sobre dicho continente como cabe prever.

En todo caso, los medios civiles -y militares- de España que serían precisos para la acción exterior del Estado en África exceden con mucho los disponibles en las ONG's, base fáctica del Plan África diseñado en 2006... o los empresariales que giran en torno y a partir de las economías de Ceuta, Melilla y las Islas Canarias.

El problema respecto de África y en general reside, por nuestra parte, en la desorientación ideológica visible a izquierda y a derecha sobre el conjunto tales materias, a la vez efecto fundamental y factor de retroalimentación de la carencia de una Estrategia Nacional.

8. Especialmente, nuestras Fuerzas Armadas padecen todavía los efectos de las decisiones tomadas hace diez años sobre el reclutamiento de tropa y marinería, cuando ya soportaban una creciente demanda política para su empleo en el exterior. Los medios a su disposición son, básicamente, los diseñados hacia 1990 para afrontar los riesgos y las amenazas entonces vigentes. Al menos, sus escasas expresiones en materia de doctrina están más avanzadas hoy que cuando se presentó la Revisión Estratégica de la Defensa en 2003.

La falta de flexibilidad operativa no es una de las características corporativas de las Fuerzas Armadas para responder a dicha demanda política con los medios puestos a su disposición. Sin embargo, la cadena logística integral que las alimenta (pensamiento estratégico civil y militar, planificación empresarial pública y privada, gestión administrativa y previsión legislativa, entre otros conceptos) si carece de la flexibilidad que sólo puede proporcionar el rigor democrático en la acción política.

Ese rigor debería empezar por reconocer que existe un espectro operativo y funcional muy amplio -vid, cuadro ya viejo inserto- para atender con medios militares todos los conflictos y las emergencias que puedan presentarse: hay que tomar decisiones y discernir entre lo imprescindible y lo necesario. La clave está en reconocer que todas las operaciones militares son producto de decisión política y que sus medios son parte de los del Estado, integrados en previsiones inter e intraadministrativas, bajo dirección del ejecutivo electo, control parlamentario y supervisión -en su caso, punición- judicial.

A falta de ello, no es de extrañar que se atienda primero a las necesidades de comodidad y corrección política de la mayoría social que en España prefiere ignorar que nuestra paz necesita defensa, también, con medios militares eficientes, adecuados para lo que pase y no a razones de economía política y electoral interna.

Aznar no dejó en esto buena herencia y si mucho crédito que pagar. Habiendo superado más o menos la crisis de reclutamiento heredada, lamentablemente, pese a los formales incrementos financieros activos en los presupuestos de Defensa 2005-2008 para liquidar anteriores créditos no computables, apenas se ha variado de dirección.

Blindados y helicópteros, transporte estratégico, fuego de precisión y las asociables capacidades de reconocimiento, vigilancia e inteligencia, son carencias que todavía hoy dependen para ser cubiertas más de "planes fabriles" a ir diseñando y ejecutando que de "previsión y solución a tiempo" respecto de las necesidades reales de nuestra seguridad y defensa. También en esto se nota la falta de una Estrategia Nacional.

9. A la postre, nuestra política exterior, de seguridad y de defensa depende de factores cuyo análisis y propuesta de soluciones debe ser producto del trabajo diario y no de la verborréa oral u escrita dictada por tales o cuales estados de opinión o prejuicios, y

10. Urge elaborar una Estrategia Nacional sobre política exterior, de seguridad y de defensa. Convendrá al efecto leer los programas electorales -no sólo los del PP y los del PSOE- que se presenten ante los comicios de marzo de 2008. Espero que estos no resulten simple copia y pegado de propuestas emanadas de los ministerios, como le pasó al PP en 2004 o le puede estar pasando hoy al PSOE.

Sobre el futuro -analizando el que me temo que se hará patente entre 2008 y 2012- ya expondré mi percepción. Pese al tono poco optimista de esta nota, recursos, "haberlos, haylos".

2 comentarios:

El Alijar dijo...

La nota parece escrita en abril de 2004, pero han pasado casi 4 años ya.
En mi opinión, 4 años dan para hacer muchas correcciones -integrales o derivadas- en el rumbo.

Blimdablog dijo...

Buena entrada. Cómo me alegra coincidir en materia de Seguridad y Defensa con gente de izquierdas.

A ver si escribes algo sobre cómo ves lo de Kósovo y en particular nuestra postura con respecto a la independencia que parece inevitable.

En mi opinión, en 1999 con Solana y Aznar metimos la pata hasta la cadera, y desde entonces no la hemos sacado. Ya nos sacarán los colores. Y si no, al tiempo.

Saludos.