De submarinos y principios de acción

Creo muy conveniente la pregunta parlamentaria de Arsenio Fernández de Mesa que se anuncia hoy en ABC -La oposición pedirá explicaciones a la ministra Chacón en el Congreso- a partir de la noticia Salvar la vida a 300 metros bajo el mar.

Pues si lo que se insinúa en la noticia y en el anuncio es cierto, habrá que introducir drásticas medidas correctoras.

Hay que despejar toda duda sobre la seguridad de nuestros ya añejos submarinos de la clase "Galerna". Toda hipotética falta de presupuesto para mantener los sistemas de combate de las Fuerzas Armadas debe ser examinada en detalle por las Cortes. La vida de los hombres y las mujeres que nos rinden el servicio público de Defensa militar (y naval) no debe ser expuesta sin las mejores garantías humanas. La responsabilidad es política, de abajo a arriba, debiendo asumirla la Ministra y, también en los niveles correspondientes, el citado parlamentario, los facultativos que deciden prioridades y que certifican los mantenimientos que se juzgan necesarios y los medios de comunicación que facilitan el escrutinio público sobre los asuntos de Defensa y Seguridad Nacional. En cualquiera de esos ámbitos, la pérdida de un empleo es mal menor respecto de la pérdida de una sola vida, siempre con el objetivo de obtener y mantener las máximas capacidades operativas.

Y hay que hacer lo que sea pertinente al respecto sin miedo en tanto se ultima la construcción de los S-80, modelo que puede convertirse en la referencia mundial entre los de su categoría: anaerobio (AIP), no nuclear, silencioso y con sistema de combate basado en COTS.

Arsenio, que es diputado electo por la de La Coruña-Ferrol, no tiene mucho que perder en su demarcación, si cumpliendo con su deber como parece, logra directa o indirectamente que los mantenimientos de los submarinos de la Armada dejen de hacerse en Cartagena, cantón de Murcia. Como alternativa, por poner ejemplos cercanos, esos mantenimientos podrían pasar a ser hechos en facilidades francesas, italianas o alemanas... Sea dicho esto sin considerar la buena doctrina liberal sobre los monocultivos monopolísticos, verdaderos arsenales de participación estatal...

Y en esta hora, no quiero dejar de recordar a mi querido almirante D. Vicente Cuquerella Jarillo quién, de forma sucinta, me explicó cuatro principios básicos de la Armada respecto de todo lo anteriormente expuesto que creo haber insinuado en esta entrada. Afirmaba el almirante que, si se pierde el prestigio en base a fundadas razones, no queda nada más que decir.

Foto cortesía de Submarinos.net: Primera dotación del "Tramontanta" c. 1984

P.S. Excelente relato sobre quiénes imponen la 'ley del silencio' en el de Urola y el Gohierri. Servidor conoce bien esas prácticas, habiéndolas sufrido. En ningún caso sus métodos deben ser imitados; muy al contrario, deben ser ferózmente combatidos en todas partes.