12/22/2008

De Irak a Afganistán, no son 'loterías'


Sir Michael Jackson aka 'Dark Vader' -bajo el que, en cierto sentido, serví hace tiempo, mucho tiempo atrás- glosó ayer domingo la retirada británica de Irak camino de Afganistán, alabando el trabajo realizado: Britain's Armed Forces will leave Iraq with heads held high.

Defence of the Realm -no menos bizarro- le puso sobre la marcha a caldo con mucha mala leche: Getting in first... y no le faltan buenas razones.

De fondo, están las críticas que hacen los estadounidenses a las formas de hacer las cosas que tienen los británicos y las que éstos, los británicos, realizan a su vez respecto de sus aliados continentales...

Como nosotros, los ibéricos peninsulares e insulares, no 'estamos' ya neutrales, no beligerantes ni exentos, estas cosas nos afectan.

Por ello tomo nota de que, en 18 pgs., hay papela de Michèle A. Flournoy y de Shwan Brimley The Defense Inheritance: Challenges and Choices for the Next Pentagon Team, publicada por The Washington Quaterly en su número de otoño de 2008. La señora Flournoy supervisa la 'transición' en la materia entre Bush y Obama.

Pero servidor, además, está especialmente concernido y preocupado por la emboscada sufrida por el Ejército Nacional Afgano entre Qala-i-Nau y Balamorghab, provincia de Baghdis, el pasado 27 de noviembre. El relato de hechos y de críticas publicado por New York Times, el sábado 20 de diciembre, debería haberse traducido al castellano por quién tiene los derechos, de prisa... Pero acá, estamos de loterías y qué importa que pase con los afganos...

Foto cortesía de MoD británico. Captada el miércoles 27 abril de 2005, valórese el gesto de 'Dark Vader' hacia el soldado Johnson Gideon Beharry, 1st Battalion the Princess of Wales’s Royal Regiment, tras ser condecorado éste por la Reina con la Victoria Cross (VC).

Beharry - íbero-africano de la Isla de Granada, el apellido lo delata - fue el primer receptor vivo de la VC desde 1965, el primero que se la ganó desde 1982, e hizo lo que hizo por sus 'pares'.

Bendito Occidente, multicultural y multiétnico, como Dios manda...

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