8/31/2008

Más allá del corazón de las tinieblas: los nuestros


Recomiendo encarecidamente la lectura de U.S. Counterterrorism in Sub-Saharan Africa: Understanding Costs, Cultures, and Conflicts (agosto 2008), cuyo autor es el Dr. Donovan C. Chau.

Me consta que es un excelente discípulo de un tal Dr. Colin S. Gray -Irregular Enemies and the Essence of Strategy: Can the American Way of War Adapt? (marzo 2006)- maestro que vive a dos horas y media de vuelo del Aeropuerto de Barajas. En las Canarias también deberíamos leerle y esperarle.

"Uno de los 'más' nuestros", el general Díaz de Villegas, remonta el Río Congo, más allá del corazón de las tinieblas. Respaldandolé, África a debate.

Otros, sospecho, están navegando -también por tierra y aire- en la cuenca del Río Níger.

No me cabe ninguna duda de que desde el norte del Río Grande, pariente pobre del Mississippi -Caribe, Andes y Amazonía en medio- hasta el Río Grande que anda en la Patagonia, hay muchas cosas que hacer.

En la foto, monumento a Joseph Conrad, en Gdynia (Polonia), base naval desde la que atisbé el "oblast" de Kaliningrado, llamada Königsberg por un tal Kant, el de la "Paz Perpetua". Allí fui guiado por el comodoro "M.W.W.R", oficial al mando hacia 1980 de un buque de escaso porte y de madera, destinado a la lucha contra minas, observando los movimientos de la Flota Soviética, radiándolos clandestinamente a Varsovia... protegiendo a toda su gente con mala mar y escaso calado por debajo de la obra viva.

Los nuestros, en suma, más allá del corazón de las tinieblas.

P.S. El País ha publicado John McCain o una historia americana

Les he enviado el siguiente comentario, que espero pase el control del "gran hermano":

"Se equivocan. McCain no se ha inventado a si mismo a partir de Vietnam.

McCain es nieto del Almirante Halsey (corregido, míren comentarios), quien metió la pata en el Mar de las Filipinas pero que nunca abandonó a nadie, ni siquiera a su histérica esposa. Cuando McCain tenia 16 años, delante de su madre, hija del Almirante, éste le preguntó: "Hijo, ¿ya bebes?". McCain mirando a su progenitora respondió: "Mmmm... no". El Almirante ordenó que le sirvieran un "bourbon". Evan Thomas "Mar de Tormenta" (Madrid: Altaya: 2008; pg 408).

Yo sólo me fío de quienes beben y/o tienen afición por las mujeres".

5 comentarios:

XP dijo...

...erratilla mecanográfica: Halsey

;-)

Jorge Aspizua Turrión dijo...

Gracias a Dios y a las buenas ordenanzas, los marinos no descansan,salvo en puerto.

Anónimo dijo...

La Marina, Halsey incluido (aunque la persona al mando en ese momento era Sprunce), abandonaron a los Marines de mala manera en Iwo Jima, los dejaron tirados para conservar munición con lo que poder in a cañonear la costa japonesa, y domostrar de esa forma que ellos, y no la Fuerza Aérea o el Ejército, eran los que tenían la capacidad para lograr la victoria contra el Japón. No hay que olvidar que Iwo Jima no fue una batalla enmarcable en la estrategia del CINCPAC para destruir la flota japonesa, como Tarawa o Truk. La única utilidad de Iwo Jima era la de usarla como pista de emergencia para los B-29. De los 10 días de bombardeo que pidió Holland Smith, la Armada sólo le dió 3, y luego se llevó la aviación embarcada que podrían haber sido muy útiles. Lo que hizo Halsey en Leyte no fue casualidad o un mero fallo de comunicaciones con Kinkaid, como muchas veces se dice. Halsey estaba resentido por lo que pasó en la batalla de las Marianas, en la que Marc Mitscher dejó quieta a la Task Force 58 junto a las islas para defender el desembarco, permitiendo que los portaviones japones pudieran escapar. Halsey y otros en la armada, criticaron a Mitscher, ya que les importaba muy poco otro Guadalcanal, ellos sólo querían destruir la flota enemiga y punto. Por eso picó el anzuelo de Ozawa. Lo que hizo fue una temeridad descomunal cometida por un orgullo mezquino, querer pasar a la Historia como el destructor de la Armada japonesa en la batalla naval más grande de la Historia. Que no se convirtió en una catástrofe enorme por que la TF-3 de la US Navy, ganó la batalla naval más increible nunca registrada, la de Samar.

Las contiendas intracorporativas y de despacho, en ocasiones, son así de crueles. Pero seguro que sabes eso muchísimo mejor que yo. No te voy a enseñar nada.

Anónimo dijo...

Prometo leer a Gray, ahora le echaré vistazo rápido. Después de mis exámenes lo leeré. Y si tercia digo lo que me parece.

Gracias otra vez por los magníficos enlaces y finos comentarios.

Saludos cordiales.

USHARKA dijo...

Good stuff