Se sigue con la matraca del "apaciguamiento" ante Rusia, a propósito de Georgia. También se hace lo propio respecto de Irán.
Churchill estará llorando en su tumba al ver como sus "autodeclarados" discípulos hacen el ridículo hoy. Al menos desde febrero de 1938, el "establishment" británico sabía que tenía que ganar tiempo para prepararse para resistir y para vencer a Hitler sin descuidarse de las intenciones de Stalin. Roosevelt, también lo sabía.
Las guerras y las paces no se improvisan... (foto de Robert Capa, Normandía 1944)
Las guerras y las paces no se improvisan... (foto de Robert Capa, Normandía 1944)
Al menos, en el Reino Unido, en el King's College, se intenta discutir en serio lo que se publica del 'viejo' Jeffrey Record "Retiring Hitler and “Appeasement” from the National Security Debate" hibridando 1938 y 2008 en Parameters, la revista oficial de la Escuela de Guerra del Ejército de los Estados Unidos:
Putting Munich and Hitler behind us. KINGS OF WAR. Thursday, 31, July, 2008 by patporter
Jeffrey Record is a scholar whose work on insurgencies and the use of history I very much respect. I recommend ‘Beating Goliath’ to the swelling number of my own students who want to understand how great powers lose lesser wars.
But I can’t agree with his latest piece in Parameters. He argues that we should retire the potent historical analogy of Munich, Chamberlain and Hitler, along with the overarching fable about appeasement, which teaches that it is futile to accommodate aggressors, and that only a confrontational strategy is a winning strategy.....
Olviden a los "neos" españoles a sueldo de Murdoch. Lean el texto y los enlaces de la anterior entrada. Luego, deduzcan por qué servidor espera la biografía de Negrín que está a punto de publicar Gabriel Jackson. La "peri-psoista" de Moradiellos es alicorta: la reseña enlazada es muy clara en su segunda página, primer párrafo.
2 comentarios:
Lo de Munich no tiene escusa maldita. En las guerras, y crisis prebélicas, muchas veces (otras muchas no) los aspectos póliticos son más importantes que los militares. Esto es algo básico.
Ya lo dice von Clausewitz, tanto cuando critica la imposibilidad de la guerra pura (debido a varios límites naturales), o cuando critica la guerra geométrica de Jomini (contraponiendole la importancia del factor psicológico). O cuando, por ejemplo, afirma que el centro de gravedad puede ser la conquista de la capital de un país, ya que puede destruir la alianza opositora. (Que no siempre el asuntito consiste en destruir ejércitos).
Al apaciguar a Hitler en Munich se lograron dos cosas funestas. 1- abortar el golpe de estado que se gestaba contra Hitler (Liddell Hart abre su "Historia de la Segunda Guerra Mundial" explicando este asunto). 2- eliminar la posibilidad de que Alemania pactara con la URSS. No olvidemos que desde que Hitler comenzó a revisar el Orden de Versalles, Francia buscó desesperadamente revivir la alianza previa a la IGM. En Munich se preferió confiar en la recta intención del nazi, que en el poder equilibrador de la URSS. En Europa se creía que fachas y comunistas no podían pactar, y que con Polonia bastaría para equilibrar a Alemania, de ahí la cataclísmica sorpresa de lo de Molotov-Ribbentrop. Se ignoró la primera y segunda regla del Realismo Político. Decía E.H. Carr en 1939, que páginas y páginas de tonterías en Relaciones Internacionales habrían dejado de escribirse, si todo eventual escritor en la materia, hubiera recibido un cursillo básico de estudios estratégicos. Que se lo digan a Chamberlain y a todos los que tratan de justificar de alguna manera (por poco que sea) lo de Munich.
No obstante, lo de Munich fue el último acto. La cosa ya venía desde Locarno en 1925 y la revisionista política del señor Stresemann. Cuando el poder pierde sus equilibrios sólo es cuestión de tiempo que algún Hitler (no me refiero a que tenga que ser de extremaderecha, sino a que tenga ánimos expansionistas y/o revisionistas) aproveche la situación.
En nuestra Europa de hoy, no es Versalles o la Sociedad de Naciones lo que garantiza el orden pacífico, sino, principalmente, el FACE y el INF. El FACE está ahora en suspenso. Esta vez le tocó a Georgia, quizás la próxima sea Ucrania, o alguna república baltica, ambas zonas con fuertes minorías rusas, como en Osetia. Hoy Polonia y USA llegan al acuerdo sobre el escudo antimisiles (asunto que no pinta nada ni en FACE, ni en INF), y los rusos han amenazado en alguna que otra ocasión, con eliminar el INF si el escudo se desplegaba. Por ahora se limitan a algunos misiles Iskander en Kaliningrado. Los rusos sienten que los acorralan. En verdad lo que pasa es que, uno, casi nadie quiere ser sus amigos en Europa, dos, es un país con muchos menos recursos humanos, económicos e industriales que la URSS, como para competir en igualdad una carrera de armamentos con los USA. Las únicas opciones que tienen son, impedir nuevos amigos a la OTAN empleando la coacción para ello, y desplegar sus recursos militares con libertad para dar credibilidad a esas coacciones.
Pero quizás el problema no sea la actitud de Rusia, quizás el problema es un balance militar cada vez más favorable a Occidente (particularmete los USA: escudo antimisiles, incremento del gasto militar, futuro escándo por el despliegue de armas en el espacio), y su irrefrenable expansión geográfica y política, sea por vías pacíficas(ampliación de la OTAN) o violentas y coactivas (Kosovo, Afganistán, Irak).
Es decir, que aquí sale a la luz el verdadero problema de la Seguridad Internacional, más esencial aún que el Equilibrio del Poder, al problema se le nombra Dilema de la Seguridad (¿somos nosotros o los rusos culpables de esta dinámica? la respuesta se llama Dilema del Prisionero). Y es que estamos destinados a una vida de conflictos, ya lo decia El Alijar cuando citaba a Platón, "sólo los muertos han visto el final de la guerra".
Por ahi van los tiros. Pregunta a El Alijar quién sacó la cita de Platón.
Calma. No estás solo, compañero, camarada. Identifícate sólo ante El Alijar.
Homnbro con hombro.
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