Rusia emplaza a EE.UU. a elegir entre ella y Georgia. Si no fuera porque los europeos del Centro y del Este quieren pasar el invierno que viene calentitos en sus casas -con sus casas en pie, evidentemente- diría que no pocos de sus gobernantes están jugando con el gas.
El bolo que han montado los presidentes de Polonia, Ucrania, Lituania y Estonia, además del primer ministro de Letonia, exhibiéndose por Tiflis no da luz de otra cosa. Es como si Zapatero hubiera ido de visita oficial a Ecuador cuando Correa se las tenía tiesas hace unos meses con Colombia. La diferencia es que, objetivamente, Zapatero ha demostrado ser más aliado de Uribe en dicha región que ningún otro gobernante español.
El hecho es que estamos pagando los graves errores cometidos cuando desapareció por fin la Unión Soviética. Aquí hemos -yo no- aplaudido hasta con las orejas -cuando no consentido con cobarde silencio, yo no- las oleadas de independencias nacionales desde 1990, incluso sabiendo que vendrían teñidas de sangre, como pasó con Yugoslavia.
Hemos tenido que sufrir los europeos del Sur -y aún más sufriremos cuando para 2012 empiezen a aplicarse los fondos de la UE al Centro y al Este- numerosos desplantes de estos nuestros aliados, socios y amigos, aquellos que en Perejil 2001 hicieron mutis por el foro. Éstos, desde los Pirineos para arriba, están confiados en que el viejo y buen invento de la Europa Unida contra el comunismo se mantenga como una suerte de mercado persa.
Se niega a Rusia públicamente casi todo, mientras que bajo mano se negocia comercial y tecnocráticamente todo, Remenber Königsberg, también con Irán. La única diferencia entre el sobrio Putin y el beodo Yeltsin, en lo público, es que el primero actúa sin medias tintas como un autócrata. Ahora resulta paradójico que para tratar con los persas -esto es, los iraníes- los EE.UU. tengan que usar de los buenos oficios y voluntad de Moscú y de los no menos interesados del gobierno iraquí de mayoría chiita en Bagdad. Del número de vuelos de negocios entre Frankfurt am Main y Teherán no sabemos nada. Sí, en cambio, de lo que hacen los denostados "aficionados" estadounidenses: Bush anuncia el envío de aviones a Georgia con ayuda humanitaria y On Georgia Crisis, McCain's Tone Grows Sharper. Guerra y Paz glosa el momento.
Aquí, hablamos del Caúcaso sin saber siquiera ruso o turco, que esa es otra de las variantes.
Aquí, hablamos de lo que pasa como si no supiéramos perfectamente qué nos pasa desde 1808 e, incluso, desde 1648, cuando triunfó la secesión de Portugal con notorio exito internacional de crítica y público con el Tratado de Westfalia, principio del mundo multipolar que al que tanto debemos.
Aquí, la actitud generalizada es quejarnos de la crisis y de las guerras ¿de otros?, mandar olímpicos dopados legal e ilegalmente a Pekín y quedarnos tan calentitos. Y que no falte para el próximo invierno el gas de Argelia, hoy también gestionado por Gazprom sin que mis amigos del GEES digan agag, digo, nada. Si el futbol es indicador de algo, Un jugador del Schalke se niega a jugar hoy con el Atlético de Madrid porque le patrocina Gazprom. ¡Ay, 'Marbiella', 'Marbiella', tío Gil y adosados!.
En foto, carátula de Crisis? What Crisis?, de "mis" Supertramp (1975) y enlace musical con pianola del tango de referencia. Pronto será 1º de septiembre -un 69º aniversario de algo, ¿recuerdan?- y todos estaremos en el tajo, con el plato y a la tajada: yo espero estar al otro lado del charco, no precisamente de vacaciones...
P.S. Tras el Fallo postmoderno en Georgia, efectivamente se ha sacado el tablero de ajedrez. Ante Una rosa con demasiadas espinas cabe un primer corolario, bien escrito en España. Iván ha vuelto para quedarse y "yo, que serví al Rey de Inglaterra" -el pequeño Habral, ¡que gran retratista de la Europa nuestra!- temo que vuelva acompañado de muchos Koba, a derecha e izquierda, organizadores de "trenes rigurosamente vigilados". Algunos están empeñados en azuzar al oso; a la mayoría les preocupa tan sólo lo epidérmico de la siguiente noticia: "Si quieres evitar una agresión sexual, no uses ropa provocativa". Dice el embajador Rupérez, Georgia y Kosovo, tan lejos, tan cerca, que "entre la cacofonía, nadie se encarga de recontar los muertos"; se equivoca, algunos de los mentados en este párrafo, y muchos otros también, hasta sabemos nombres y apellidos de víctimas de las varias guerras -siempre híbridas- a las que hemos sobrevivido; también de la local nuestra, embajador...
P.S. Tras el Fallo postmoderno en Georgia, efectivamente se ha sacado el tablero de ajedrez. Ante Una rosa con demasiadas espinas cabe un primer corolario, bien escrito en España. Iván ha vuelto para quedarse y "yo, que serví al Rey de Inglaterra" -el pequeño Habral, ¡que gran retratista de la Europa nuestra!- temo que vuelva acompañado de muchos Koba, a derecha e izquierda, organizadores de "trenes rigurosamente vigilados". Algunos están empeñados en azuzar al oso; a la mayoría les preocupa tan sólo lo epidérmico de la siguiente noticia: "Si quieres evitar una agresión sexual, no uses ropa provocativa". Dice el embajador Rupérez, Georgia y Kosovo, tan lejos, tan cerca, que "entre la cacofonía, nadie se encarga de recontar los muertos"; se equivoca, algunos de los mentados en este párrafo, y muchos otros también, hasta sabemos nombres y apellidos de víctimas de las varias guerras -siempre híbridas- a las que hemos sobrevivido; también de la local nuestra, embajador...
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