Desclasificación en Defensa de España: ¿llegó la hora?

A Jorge Semprún Maura; ésta vez parece que va en serio:

Defensa quiere desclasificar miles de papeles secretos de valor histórico: "El Gobierno no ha decidido todavía si reformará la Ley de Secretos Oficiales".

Llevo esperando esta noticia y, sobre todo, un Decreto o texto de Ley publicado en el Boletín Oficial del Estado mucho tiempo, quizá demasiado para mi.

Hace ya más de veinte años recibí el encargo de revisar los documentos del archivo del general Rojo, depositado en el Archivo Histórico Nacional (AHN) de Madrid, en su Sección de Diversos según reza el catálogo en su página 69.

Sabía que uno sólo de los documentos de dicho archivo había sido hurtado del escrutinio público por uno de los hijos del general Rojo, a la sazón ex capitán del Ejército de Bolivia. Se trataba de la carta que desde Francia se intentó hacer llegar en marzo de 1939 a Negrín, Matallana y Buiza en Madrid. El original lo portó Jaime Renart, quizá para entonces ya agente del NKVD. La carta jamás llegó a su destino.

Cayó el Muro de Berlín pero en España se decidió que muchos archivos públicos continuaran vedados a la libre investigación y consulta. En los años noventa, quien tuviera salud, tiempo y dinero pudo consultar muchos otros desde Moscú hasta Washington. Por ejemplo, la británica Public Record Office desclasificó muchos documentos, no pocos ellos tratando -o dando conexa referencia- sobre asuntos españoles. Al "tran-tran", servidor ha ido reformulando preguntas diversas sobre España antes, durante y tras la guerra civil que inicialmente quedaron anotadas al leer los papeles del general Rojo. Algunos de los paquetes de interrogación han sido sintetizados en este minarete personal: Queremos saber: la documentación del Alto Estado Mayor (1941-1976).

Cuando se sabe perfectamente que el redactor de la proclama del Alcalde de Móstoles en 1808 no fue el dicho alcalde, se sabe que no importan tanto los documentos en sí como su cotejo y análisis. Quienes no queremos sostener mitos sobre la Historia, gustamos de la historiografía.

Sé que no obtendré respuesta a muchas de las preguntas formuladas desde hace más de veinte años. Pero, al menos, déjenme que desclasifique una vivencia de aquellos días. Por un tiempo, un viejo coronel pequeñín y moreno al que llamaré "B" compartió pupitre conmigo cotejando los papeles del general Rojo. "B" estaba redactando "el libro", la historia oficial y guía para perplejos del entonces llamado CESID.

A "B" no le importaba tanto la guerra civil en sí como sus antecedentes, condicionantes y consecuencias. Para mantener el sagrado silencio de la Sala de Consulta en el AHN, nos comunicábamos por notas y gestos; un día se hizo inevitable salir de la Sala y del edificio mismo del Archivo para comentar un hallazgo en nervioso paseo en el parquecillo del CSIC de la calle Serrano, allí donde están los mojones del árbol de la sabiduría: "La verdad no prescribe".

"B" forzó el que yo empezara a formular sistemáticamente las preguntas que digo cuando me confirmó que "la guerra no ha terminado". Y, desde luego, no se refería en exclusiva a la guerra civil. En la foto, de Robert Capa, una escena en las pistas de Indochina donde el fotógrafo moriría por la explosión de una mina (en el siglo, hoy, IED): mi amigo Robert G. sabe perfectamente que tienen que ver España e Indochina, militares y civiles en guerras híbridas de por medio...

Esas guerras son estas en la que estamos, donde muchos de los más chillones están perfectamente indocumentados. Otros, sin embargo... Brzezinski: Russia's Invasion of Georgia Is Reminiscent of Stalin's Attack of Finland.