9/22/2007

Contra bombas de racimo, alternativas políticas realistas


Francisco Polo en su entrada El Gobierno dice NO a las Bombas de Racimo, repercute la de David de Ugarte, Maestría política, que literalmente reza:

Bajo la noticia del día no puedo dejar de sentir la discreta mano de Elena Valenciano (de la que ya me saben admirador), Fátima Aburto y otras personas bien conocidas de ése entorno:

Carles Campuzano, de CiU, considera que, aunque la enmienda no obliga automáticamente a suspender la producción de bombas de racimo, será políticamente insostenible comprarlas o exportarlas una vez que se reconozca, en el articulado de una ley, que son “especialmente peligrosas para las poblaciones civiles”.

Lleva toda la razón, es como la ley del aborto, una forma legal indirecta de conseguir sacar adelante la propuesta sin ofender a nadie ni desautorizar públicamente a los halcones del análisis militar. Eso se llama “una jugada de maestría política”. Además la otra enmienda que hará que se vote el envío de armas si la oposición lo pide, convertirá en impresentable cualquier exportación de este tipo de armamento. Y si no se pueden exportar ni usar ¿para qué se van a fabricar?.

Lejos de llevar a posiciones más o menos airadas o escépticas esta noticia debería llenarnos de contento. Es un gran día.

Compruebo que en el enlace que subyace en “los halcones del análisis militar” De Ugarte remite a una entrada al respecto de servidor.

Me sorprende ser catalogado como tal halcón. Siempre he sido ratón de biblioteca, a veces me he sentido como zorro acosado por galgos y podencos e incluso creo que he sido servido como paloma –mejor dicho, como pichón- en cazuelas varias.

Supongo que nadie necesita “desautorizar públicamente” a quienes, con conocimiento de los que pueden en última instancia, participamos en debates como educados ciudadanos en libertad que somos sobre materias de política de Seguridad y Defensa tanto en el PSOE –mi partido- como fuera de él. A propósito de las “bombas de racimo”, sólo he escrito en la entrada que vincula De Ugarte que hay alternativas tecnológicamente avanzadas a las mismas, que facilitan su prohibición. Y aún más, afirmo que, desde luego, la existencia de dichas alternativas ha permitido un mayor margen de maniobra para que el Gobierno de España, en sede parlamentaria y con todo rigor técnico y máxima responsabilidad política, se haya comprometido a promover su futura prohibición internacional. Y de ello, como es el caso, todos nos felicitamos.

Todo esto viene para poder afirmar que estoy seguro de que una inmensa mayoría social, y muchos políticamente desde el PSOE, no vamos a dejar a nuestros conciudadanos –incluidos los de oficio militar- solos ante el peligro que suponen los agresores armados –estatales o no- contra nuestro sistema democrático y nuestras ansias de paz.

Tampoco -desde el PSOE me consta, en Izquierda Unida pesa mucho el anguitismo- dejaremos en manos de las derechas –españolistas o no- la exclusiva definición académica, periodística y, al cabo, social y política de qué es Seguridad y de qué es Defensa al servicio de la España que es.

Por ello, invito a Franciso Polo y a David de Ugarte a seguir juntos en la senda que vamos trazando. No ha lugar, ciertamente, para el escepticismo –de qué, si no, iba uno a tratar asuntos como estos- y menos, para facilitar que agresores como los que actuaron el 11 de marzo de 2004 en Madrid o que amenazan con destruir Estados y poblaciones gobernadas democráticamente ganen -con desprecio de las posibles alternativas militares que forman parte de las políticas realistas aplicadas por el Gobierno de España- las largas guerras que nos tienen declaradas a todos.

Nota. Al redactar estas líneas, caigo en la cuenta de que los halcones se caracterizan sobre todo por tener buena vista a larga distancia. Lástima: soy miope en grado sumo. No tan miope es la Viper Strike que figura en la foto, una de la mentadas alternativas.

1 comentario:

El-Al-Eim dijo...

Estás diciendo verdades demasiado lúcidas, desintoxicadas y libres, como para poder darles cabida en este escenario de país barricadista y sectario. Ojo, ten cuidado.

Un saludo.