El freno dado a la anunciada subida de la tasa sobre la luz eléctrica da mucho juego.
Tres hechos, tres, tienen su relieve:
1. España es dependiente de los suministros exteriores en un 85% de sus consumos energéticos.
2. La mayoría de la potencia nuclear instalada en España lo está en Cataluña.
3. Los nacionalistas vascos se tiran de los pelos al recordar cómo fue ETA con sus asesinatos la que impidió la entrada de funcionamiento de la central nuclear de Lemoniz.
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Fíjense en la nómina de adhesiones personales a la concentración del pasado miércoles frente a la Embajada de la República Islámica de Irán.
Gentes con muy diversas opiniones respecto, por ejemplo, del concepto de Nación española, declararon su apoyo al derecho a la existencia de Israel, una de las pocas luces de este mundo.
Tengo por cierto que la España que es incluye al cardenal Cañizares y al político Zerolo, al filósofo Savater y a la publicista Rahola, de los que anoto algunas de sus expresiones, hayan apoyado o no dicha convocatoria.
Servidor seguirá en sus trece en defensa de Israel, precisamente porque ello también asegura que todos los citados, junto al resto de mis conciudadanos, podrán seguir ejerciendo acá, en la España que es, su libre albedrío.
Es por todo ello por lo que me reafirmo en que Contra ETA: a De Juana como a Hess
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El discurso de la Nación que vuelve a ensayar el PP me recuerda la humorada de Ramper sobre el diario La Nación, órgano de la Unión Patriótica fundada por el general Primo de Rivera.
Blandiendo el caricato un ejemplar de dicho periódico en la escena, tras lograr que todo el foso y los palcos protestaran por su continuado silencio, clamaba de repente "Gritos a la derecha, gritos a la izquierda, gritos en el centro, pero La Nación está conmigo".
A seguir en todas sus implicaciones la siguiente noticia: Aznar no cometió delito por pagar para obtener una medalla en EE UU.
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