Dos dosis de sensatez y el Kosovo

Hoy ya no aparece en El País la columna del vienés Herman Tertsch. Su despido ayudó a detonar las relaciones entre el Partido Popular y el editor del Grupo Prisa. Es historia vieja...

Casi tanto como la referida en este minarete personal a propósito de la penúltima columna de Tertsch en El País sobre el papel de F.W.D. Deakin en las guerras yugoslavas de 1941 a 1945. En la foto, Deakin y Tito. Anoto una obra de Deakin, Tito en la resistencia (Barcelona: Biografías Gandesa/Grijalbo: 1974).

Afortunadamente, hoy en ABC, se administran dos dosis de sensatez:

1ª. Valentí Puig, con Intelectual a babor o estribor, donde apunta certero: "Albert Camus sostuvo que toda falsa idea siempre termina en derramamiento de sangre, pero que siempre es la sangre de los otros. Eso explica que nuestros filósofos se sientan tan a gusto para decir no importa qué. Camus sabía hasta qué punto el mito de la revolución, de la ruptura, de la transgresión, unido a cierta fascinación por la violencia de las masas, fue la dosis vitamínica que los intelectuales de su tiempo necesitaban", y

2ª Juan Pablo Fusi, con La democracia en crisis, donde firme remacha: "Con raras y valiosísimas excepciones, la política y la prensa españolas se alimentan hoy de lo que Raymond Aron definió como «dogmatismos sumarios»".

***

Todo es historia vieja... pero todo es persistente.

El Parlamento Europeo acaba de publicar el INFORME sobre el futuro de Kosovo y el papel de la UE (2006/2267 (INI)), realizado por el relator Joost Lagendijk

Milosevic no tenía razón. Pero Serbia si la tiene.

***

P.S. Kosovo.- Rusia pedirá que se investigue la aplicación de las resoluciones previas si se aprueba el plan de Ahtisaari