Viejas y nuevas noticias entre Herat y Ceuta

Tras responder al amable comentario de Pedro a la nota Irán: recuerdos de ayer y de siempre viéndome obligado a mencionar el poco analizado ataque de enero de 1942 realizado por los comandos británicos del Maid Honor sobre la rada y puerto de Fernando Poo, en la Guinea Ecuatorial española, veo que El País ha sacado la guantanamera de Aznar.

Quién usa de concretos episodios de guerra sucia con objetivos electorales debe siempre ser muy cuidadoso en su gestión como gobernante. El resultado de librar guerras sin declararlas suele ser muy dañino a la larga para quien tal hace...

Veremos hasta donde daña la actual serie de publicaciones...

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Me confieso impaciente por conocer los datos aportados a los miembros de las Comisiones de Defensa del Congreso y del Senado españoles, en sesión más o menos restringida, por parte de las diversas autoridades ejecutivas nacionales, de la ONU, de la Unión Europea y de la OTAN.

¿Dónde?: en la Jornada sobre Afganistán que acaba de terminar a esta hora en la sede del Centro Superior de Estudios de la Defensa Nacional de Madrid.

Servidor tenía que atender a otras cosas de comer esta mañana, combatientes.

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Las noticias sobre el movimiento neo-almorávide asentado hoy, como antaño su antecedente, entre Malí, Argelia, Mauritania y el disputado Sahara Occidental no dejarán de aflorar, por unos y otros motivos, en los próximos meses.

A efectos de apunte historiográfico, transcribo el texto que un tal Varo vió publicado en internet un fatídico 11 de marzo de 2004. Hoy ese texto es inencontrable en la red... pero no en la memoria de cuantos, durante los meses anteriores leíamos fuentes abiertas, oficiales y oficiosas.

Tal vez esté en otros registros, tal vez...

Stuttgart-Tombuctú 2004

Varo

El nuevo milenio trajo algo más que el intento de reconstrucción del Imperio Carolingio – o, al menos, del austro-húngaro- en Europa.

Por ejemplo, mientras se empiezan a conocer detalles sobre la cooperación militar entre Pakistán y la cada vez más islamizada Nigeria, con financiación saudí, la presencia estadounidense, británica y, por primera vez en muchos años, española en el Golfo de Guinea equilibra los intereses internacionales en un área estratégica que pudiera estar abocada a grandes desastres humanos como los genocidios de los Grandes Lagos en 1994.

Hacia el final del milenio y ya de su carrera, el gran Berlanga en 1999 rodó una de sus grandes corales: París-Tombuctú. Tan afrancesado como Javier Marías cuando piensa que Francia ha sido protectora natural de los derechos individuales ignorando lo que les pasó a los chuanes, por ejemplo, Berlanga crea una odisea fallera y fallida en torno del personaje Michel des Assantes interpretado por el también gran Michel Piccolí. La huida a los Tombuctúes, tan cara para los escritores franceses desde los tiempos de Rimbaud, católicos como Pischary o Bernanos o nihilistas de todo género como el primer Malraux o Paul Nizan, se muestra como imposible remedio a la realidad y es, en suma, otro nombre de la alternativa única a la vida, que es la muerte. Hoy, nuestros acríticos afrancesados lloran por la pérdida de influencia cultural y política de Francia en España y más que llorarán en tanto que la cultura universal democrática se vaya abriendo paso poco a poco en África.

De momento, el 1er. Batallón del 10º Grupo de Fuerzas Especiales (Aerotransportado) del Ejército de Tierra de los EE.UU. con base en Stuttgart (Alemania), con el apoyo del 352º Grupo de Operaciones Especiales de su Fuerza Aérea con base en Mildenhall (Reino Unido), está realizando las operaciones de diplomacia de la Defensa derivada de la Iniciativa Pan Saheliana (PSI, en su acrónimo inglés) definida y desarrollada por su Departamento de Estado, dirigido por el negro hijo de inmigrantes Colin Powell.

La PSI es un programa integral de asistencia a las repúblicas de Mauritania, Malí, Níger y Chad que, tras largos años bajo la hegemonía francesa, han requerido y aceptado la ayuda civil y militar de los EE.UU. para afrontar y limitar los riesgos de desintegración estatal y de infiltración de las organizaciones terroristas internacionales como Al Qaeda a caballo de los enfrentamientos inter-étnicos y sociales. Por su propio interés, los estadounidenses están apoyando, mediante el entrenamiento y la transferencia de equipos y conocimiento, la creación de verdaderos ejércitos nacionales en el marco del Sahel, la región del Sahara más profundo y mitificado. Sus bases están, entre otras, en la vieja ciudad de Tombuctú, antaño directamente enlazada con Tánger, Argel y Túnez mediante el comercio y que todavía hoy conserva una de las mejores bibliotecas de manuscritos islámicos pertenecientes al primer periodo de la expansión de la doctrina de Mahoma en el orbe.

De momento, a los españoles sólo nos queda seguir transcribiendo las noticias que llegan de los campamentos polisarios del Tinduf: “...ahora prácticamente todas las familias de refugiados tienen a uno o varios miembros que ejercen alguna actividad que les reporta ingresos con lo que el ambiente de paraíso socialista que reinaba hasta hace tres o cuatro años se ha acabado. Antes, si ibas a algún sitio, parabas a un coche y te llevaba sin pegas. Ahora los dueños de coches te cobran por cualquier desplazamiento. Hay un par de bares con no mucho éxito y las pequeñas tiendas proliferan como hongos. Eso sin contar con el contrabando de tabaco que está creando auténticos millonarios. // ... Además, Argel manda. // Empiezan ahora las visitas entre familiares separados 28 años por el muro. Ya veremos cómo termina eso. A ver quién vuelve a los campamentos o... a la zona ocupada por Marruecos”.