En medio de la barahunda de asuntos encuentro un texto Las Trochas. Fracaso de la guerra defensiva en la Guerra de Cuba, del que extráigo la foto del fortín blocao que inserto. Guerra irregular, híbrida, como la que llevó al desastre de Annual en Marruecos, origen inmediato de la última guerra civil en España.
Los tipos de De la Guerra, que se subtitulan revista digital de historia moderna y contemporánea, están más cerca de las actuales guerras híbridas que muchos sobrados que yo me sé. Afortunadamente, no están sólos, ni a un lado ni al otro del charco.
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Escuchamos los resúmenes verbales de la jornada de ayer sobre Afganistán, mientras seguimos pendientes de África.
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Las Fuerzas Armadas españolas, como el Estado del que forman parte al servicio de la España que es, están medianamente preparadas para afrontar lo que se nos viene encima.
En la América, nuestra América, en África y en el resto de puestos de defensa avanzada como los establecidos en Afganistán, el papel de las Fuerzas Armadas españolas es extremadamente crítico.
Hay que abandonar su catalogación vertical y horizontal, como fuerza estabulada de reserva de tal o cual idea de España, o como sociedad cooperativa limitada en el seno de las Administraciones Públicas.
Otrosí, el resto de corporaciones al servicio del Estado, en todos sus niveles territoriales y competenciales en materia de Seguridad y Defensa, deben abandonar, junto a ellas, todo recelo para lograr plenas capacidades de operación interadministrativa (Interagency Operations, en inglés).
Esas capacidades deben ser construidas bajo la guía de una, hoy inexistente, Estrategia Nacional de Seguridad y Defensa., que desde este minarete personal se viene reclamando.
Hoy hay tenida socialista sobre estos complejos asuntos. No estaría de más que en la calle de Génova de Madrid, sede del Partido Popular, los aznaríes de FAES/GEES, junto a otros, cumplieran con su deber, tal cual espero hoy que cumplamos algunos al respecto.
Difícil será para todos, tanto más si, separatistas o separadores, verticales y horizontales, de consuno, favorecen objetivamente tendencias que hagan inviable la integración de esfuerzos en La Coruña, Sevilla, Madrid, Barcelona o Bilbao en estas cosas que son al cabo, de comer.
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La España que es depende, en todo, de su condición marítima.
El texto del alférez (palabra, como almirante, de orígen árabe) de navío (E.O.) Fernando Fernández Fadón, El panorama de riesgos y amenazas en los documentdos de altos nivel de la defensa. ¿Una perspectiva naval para una nación marítima (Madrid: Cuadernos de Pensamiento Naval, nº6: Diciembre de 2006), es un jalón para la construcción de la necesaria Estrategia Nacional ya mentada.
De dicho texto, extraigo dos consideraciones:
- Quizá nos encontramos ante la oportunidad y responsabilidad de diseñar un marco integral de seguridad marítima coherente con todas las administraciones con responsabilidades en la mar, (pg. 82), y
- Planteamientos estancos entre direrentes cuerpos y ejércitos restan eficacia en la prevención y protección ante la amenaza asimétrica ya que en último término los terroristas entienden de vulnerabilidades y no de jurisdicciones, (pg. 102).
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