Un ensayo desde Australia, un país serio, parece, en Afganistán

Si se compara el esfuerzo financiero y de personal en materia de Defensa respecto del P.I.B. y del total de la población entre España y Australia, se pueden sacar algunas ilustrativas conclusiones.

Sigan la pista: a similares medios -cuando no iguales- hay una cultura de Defensa y una cultura profesional militar diferente a los de estos.

Inserto esquema del futuro HMAS 'Canberra', en construcción por Navantia, sobre la base de Juan Carlos I, que ha pasado con buena nota sus pruebas de mas, enhorabuena. Por lo demás, no voy a hacer valoración alguna, pero si recomendar la lectura de las 72 páginas del ensayo que abajo enlazo y resumo:

Confronting the hydra: big problems with small wars

Lieutenant Colonel Mark O'Neill

(Hacer frente a la Hidra: grandes problemas con las guerras pequeñas)

El papel actual de Australia en Afganistán es la más reciente experiencia en una larga historia de su participación en conflictos de contrainsurgencia o 'guerras pequeñas'. Estos compromisos pueden comenzar como las guerras de elección, pero la historia sugiere pueden convertir en las guerras de necesidad, y los costos y el impacto político pueden ser grandes. En este ensayo de Instituto Lowy, Mark O'Neill expresa la naturaleza duradera de los problemas de Australia con esas guerras. Concluye que, como potencia media de régimen democrático que elige librar conflictos de contrainsurgencia, Australia necesita nuevos enfoques de mejora de la política estratégica y capacidades para superar una amenaza compleja y con muchas cabezas.

P.S. Hoy en la 'tercera' de ABC Afganistán y la ecuación de lo confuso, por el TGral Pedro Pitarch, incidiendo en los mismos condicionantes desde una perspectiva española, donde arrea lo siguiente:

"Aunque no sea disculpable puede ser entendible cierta ausencia de rigor en algún responsable político, cuando se lanza «per se» a la piscina de las aguas más técnicas. Pero tal ligereza no es admisible cuando se cuenta con todo tipo de asesoramientos, incluidos los del supuesto más alto nivel. Esa levedad, cuando se produce, o bien responde a una perversa desviación en las prioridades del aconsejado, lo cual es jugar con fuego, o bien el asesoramiento recibido es de muy baja calidad, lo cual es quemarse seguro. // Porque por lícita que sea la polémica política ésta en concreto fomenta recelos en las tropas, temor en sus familiares y confusión en todos; es una especie de ecuación de lo confuso. Cuando las vidas de nuestros soldados están en riesgo, hay que ser muy rigurosos no sólo en la argumentación sino también en la transparencia y en la claridad de su exposición, para resolver ecuaciones estériles. La cuestión no es opinar sino saber y algunos o bien no dicen lo que saben o bien -me temo- a veces no saben lo que dicen. El hábito, ya se sabe, no hace al monje. ¡Ay! esos asesoramientos..."