12/03/2008

Krepinevich: presente y futuro del ET ... en los EE.UU.


El amigo Gates da su lista de prioridades en concisa rueda de prensa Gates Pledges to Continue Tackling Tough Issues: todo pasa por atender las necesidades de guerra, materiales, estratégicas y legales. Tan importante es tener los MRAP y los sistemas ISR en el terreno como establecer la legislación para cerrar Guantánamo. En todo caso, Afganistán es la clave en los próximos meses.
Y mientras que por estos predios y pagos estamos cual perros de hortelano, olísqueando, ladrando o buscando hacer vana presa, según...

... las gentes del King's College de Londres, en su faceta Kings of War, difunden algo importante bajo el comentario y firma de David Betz en It's tough to make predictions, especially about the future.

Se trata de la última entrega del gran Krepinevich: An Army at The Crossroads. Strategy for The Long Haul; esto es, traducido para las circusntancias propias del Reino, "Cruces y caminos para un Ejército de Tierra (ET)".

Krepinevich, ahí es nada, se limita a preguntárse qué clase de Ejército de Tierra tienen los EE.UU. y qué clase de Ejército de Tierra es necesario para los EE.UU.. Luego, elabora alternativas.

Como ha sido constante en toda la Historia, este estratega habla de dinero y de prioridades en la asignación del mismo. Para Krepinevich -pgs. 28 y 29- hoy y de cara a los próximos años las prioridades se sintetizan en dos misiones fundamentales e interconectadas :

1. Librar una persistente guerra irregular a lo largo y ancho del orbe, combinando capacidades de ataque de Fuerzas Especiales y largos procesos de Estabilización y Reconstrucción en territorios y entre poblaciones no afines, y

2. Lanzar operaciones tradicionales de proyección de Fuerza Terrestre contra Estados que pretendan emplear
medios de destrucción masiva, por si o a través de terceros. Dichos medios no serán siempre los "canónicos" NBQ&R y las operaciones propias no podrán preverse y planificarse por largo tiempo antes de su ejecución, sino que tendrán que ser realizadas con muy poco tiempo de preaviso, una vez constatada como inminente la amenaza.

Krepinevich apuesta por un cambio "cultural" para afrontar ese tipo de misiones.

Un cambio que se refleja en la dotación de más medios para la instrucción y el entrenamiento de las fuerzas bajo supuestos de acción muy diversos y complejos. Un cambio, en suma, que obliga a una severa revisión doctrinal liberada de prejuicios corporativos y de intereses no relacionados con la realidad de los conflictos a enfrentar.

Así, contra los "palmeros" de la industria afirma (pg. 35 y ss.) respecto del programa Future Combat Systems (FCS) lo siguiente:

"El FCS no sólo no representa más que una mejora marginal en términos de capacidad de despliegue sino que, además, tiene menos capacidad de supervivencia respecto de sistemas acorazados pesados como el carro de combate Abrams".

Claro está que Krepinevich no sueña -como tantos, a lo loco- con reediciones de la Batalla de Kursk (1943), de la prevista en su día en el saliente de Fulda (1945-1990) o de la ejecutada con toda brillantez militar pero bajo incompetente previsión política sobre Bagdad (2003).

La guerra es siempre híbrida y, también, camaleónica como enseñara Clausewitz. Marco algunas lecturas e intepretaciones recientes sobre el prusiano aquí, dónde encontrarán gentes citadas en este minarete.

Precisamente, Krepinevich confluye en su enfoque "cultural" en su propuesta de reforma del US Army con lo contenido en el ensayo del TGral. John Kiszely, Post-Modern Challenges for Modern Warriors, reiteradamente citado en este minarete.

Clausewitz, que sigue vivo, de jóven luchó en la Campaña del Rin (1793–1794); Krepinevich, de jóven, luchó en Vietnam y Kiszely, de jóven, luchó en Malvinas. Estos prácticos teóricos se hicieron viejos luchando en sucesivas campañas y batallas, libradas a veces en lugares tan pacíficos en principio como los despachos y las bibliotecas.

Saben de lo que hablan, porque habiendo estado bajo el fuego, han estudiado lo que pasó, lo que pasa y lo que irá pasando.

***

Volviendo a estos predios y pagos, algunos estamos en activa espera, atentos, imitando cada uno en su puesto la actitud del "digger" ("cavador") australiano -servidor en un MRAP- como muestra la foto inserta tomada en Afganistán.

No por casualidad, de cara a la elaboración de la anunciada Estrategia Española de Seguridad y Defensa, la que sigue es noticia a tener en cuenta: British negocia una fusión con la australiana Qantas en paralelo a la de Iberia... efectos del "enfoque integral" que aplican otros...

3 comentarios:

Juan Luis Chulilla dijo...

Aunque no viene al caso, aprovecho tu último post para pedirte comentario sobre la noticia de la eliminación de nuestro arsenal de bombas de racimo. No tengo claro si los lanzadores teruel siguen en activo o no, o si nuestra artillería tiene munición de racimo o no.

Si uno de los dos casos fuera cierto, sería o un chiste o un medio solapado de librarse de proyectiles anticuados... sin renovarlos. Si el MD ha prescindido de toda munición de racimo, tampoco me entra en la cabeza que se prescinda de un sistema que ha tenido desde la IIGM una función muy clara y para el que no hay recambios.

La "humanidad" de un sistema es extremadamente elástica y un chiste, partiendo de la base de que hablamos de sistemas de destrucción (en este caso, no masiva). Me resulta incomprensible cómo se le quitan medios a nuestro ejército y desde qué criterio, porque si alguna vez desgraciada se produce un escenario en el que haya que resolver una situación así, me pregunto qué van a hacer nuestros militares.

Partiendo de la base de que la ministra es una figura decorativa y que no se le pueden presuponer conocimientos sobre defensa, entiendo que sus asesores son los que le han puesto delante la decisión. Y ésta es una decisión que se me escapa.

Pero ojo, lo digo desde fuera y con conocimientos limitados. Por ello, lo que me parece un chiste puede ser en realidad mi propia ignorancia, de ahí que me encantaría leer tu opinión al respecto

Saludos. A ver cuando volvemos a coincidir en Radio Sefarad

Jorge Aspizua Turrión dijo...

Afectado, como cada vez, con las noticias de Azpeitia.

Te enlazo con El Principio del Fin de las Bombas de Racimo http://franciscopolo.com/el-principio-del-fin-de-las-bombas-de-racimo/ pieza del promotor de la iniciativa en la red.

Como ya le tengo dicho, y también en La Harka, desde el punto de vista operativo, hay alternativas en desarrollo para muchos de los usos que ese invento de la Luftwaffe entre 1935 y 1945 cubre.

En todo caso, me consta que especialmente se tira contra ese invento si lo usa EE.UU. y/o Israel. Sobre otros "usuarios" se incide menos: Rusia y China, grandes proveedores a terceros...

Saludos cordiales.

Jorge

Juan Luis Chulilla dijo...

gracias por el enlace. Haciendo una búsqueda somera de documentos y post, la conclusión a la que llego es que es una victoria del pacifismo mal entendido (sí, de ese que, si se le dejara, dejaría a la sociedad que le consienta inerme ante el futuro), conectable con el movimiento internacional contra las minas antipersona. Sigo en mis trece de que estas personas confunden la velocidad con el tocino: no puede ser lo mismo limpiar una zona en la que hayan quedado "duds", submuniciones sin explotar, que limpiarla de minas enterradas. Sobre todo, cuando la munición moderna falla mucho menos que antes.

Lo que me temo es que una mayoría de ellos sólo han oido campanas y reaccionan hacia donde apuntan sus voceros. Luego he seguido pensando y, por ejemplo, o se dota a los lanzadores MRLS con una cabeza única por cohete o crearán exactamente el mismo efecto que una bomba de racimo.

¿Han renunciado sus usuarios europeos a su uso? ¿Qué alternativas disponen los ejércitos de la OTAN al MRLS o equivalente?

La lógica de la prohibición de las armas químicas en su momento era razonablemente clara: su utilidad táctica era bastante limitada y generaban fuertes restricciones al bando propio. Su mala imagen tras la Gran Guerra provocó que fuera un buen "negocio político" prohibirlas. Pero no se prohibió otra innovación de la época, las armas incendiarias. Y no por motivos humanitarios, sino por su utilidad y efectividad.

Si las municiones de racimo provocan los daños a la población civil que provocan, no entiendo cómo no se aplica un mínimo principio de proporcionalidad y se prohibe el uso y comercialización internacional de los fusiles de asalto. Habría que ver qué arma ha causado más bajas civiles en los últimos 20 años.

Cuando encima hay un cierto número de países que no ratifican esta convención contra las municiones de racimo y las siguen produciendo y almacenando, quienes las dejamos de almacenar renunciamos a un sistema que tiene un uso. Te agradecería que proporcionaras algún enlace a alternativas funcionales a la munición de racimo, porque el fondo de la cuestión no lo entiendo desde la lógica de los gobiernos y ejércitos y, a primera vista, se me antoja una victoria de ese pacifismo mal entendido con el que empezaba el comentario.

Lo malo de trabajar con la historia es que te obliga a aceptar que todos los periodos de paz terminan. Y, cuando ocurra, veremos qué pasa con los ejércitos a los que se les ha negado el acceso a algunas de sus herramientas o se les ha conducido por un camino ajeno al concepto de defensa.