8/29/2008

Georgia y España: 'orteguiana' sobre la política exterior y sus fuentes de poder


Bajo la impresión de la lectura del memorando final del JEME estadounidense Shinseki a Rumsfeld en 2003, recogido en la entrada anterior, Shinseki's Final Report to Rumsfeld, encuentro un texto de Florentino Portero publicado ayer en El Impacial: Un significativo silencio.

Se refiere Portero a la falta de declaraciones públicas por parte de los líderes políticos españoles en relación con la crisis del Caúcaso. Comparto muchas de sus apreciaciones, incluídos los conceptos de "mal de altura" y de "opción confederal" que usa para explicar algún por qué de ese silencio compartido a izquierda y a derecha.

No dudo que los políticos españoles -reflejo de la mayoría de los ciudadanos españoles- tienen mucho miedo a todo lo que signifique de cerca o de lejos "guerra". Por otro lado, sigue sin caer Portero en la relación íntima que tiene ese miedo con lo que él llama la "opción confederal". En España, las élites son jacobinas dentro de sus respectivos conceptos de nación. Y España, gracias a la acción de la reacción de matriz católica frente a la revolución liberal del siglo XIX, es al tiempo "nación de naciones". Lo nuestro ha sido hacer desde entonces guerras y paces civiles.

Florentino es un derechista jacobino, conservador, anglófilo y elitista, dotado de gran urbanidad en el trato. Ello explica tanto su presencia en FAES/GEES como en el propio El Imparcial, diario editado hoy por los "orteguianos" de derechas que precisamente en la Fundación "Ortega y Gasset" supieron educar a gentes de la generación de Portero en los años de la hegemonía del PSOE de Felipe González.

También por dicha Fundación pasaron, entre otros, algunos coetáneos de Portero que han ejercido de asesores, por ejemplo, de Leire Pajín durante su mandato como Secretaria de Estado de Cooperación Internacional entre 2004 y 2008. Simplificando mucho, también hoy en la Presidencia del Gobierno, hay muchos "orteguianos", digamos que "de izquierdas", procedentes del dicho centro de extracción de elites y su derivada FRIDE.

Tiene razón Portero en esta frase del último párrafo de su artículo: "No es sólo que Georgia quede sentimental y culturalmente muy lejos para los españoles de hoy, es que, guiados por sus dirigentes políticos, creen que son otros los que tienen que decidir por ellos".

Supongo que el avisado lector español de esta nota concluirá que, en España, esta creencia politica de los españoles favorece al mantenimiento del statu quo en el seno del sistema de poder pactado hacia 1977. La toma decisiones prácticas en materia de política exterior está reservada a la coalición de sistema de poder que mantiene nuestro Cuerpo Diplomático alternativamente a izquierda y a derecha con todo tipo de interlocutores y asistentes, según quién gobierne.

Trascendiendo el caso que nos ocupa, la alternativa a Portero en el seno de la derecha española está muy bien representado en el artículo Esta derecha nuestra publicado hoy en ABC por el otrora izquierdista César Alonso de los Rios. Teniendo también, mediante uso utilitario de personas interpuestas, como referencia última a Ortega y Gasset y su empleo en la legitimación del 18 de julio, resulta este artículo representativo del jacobinismo populista que sufren los elitistas como Florentino. Termina así:

"Sus propios dirigentes son intercambiables con los de la izquierda, con la desventaja de haber llegado al poder con un discurso muy distinto. Desde el punto de vista nacional no se atreven a defender que el franquismo, del que proceden sociológicamente, fue un hecho inevitable en 1936. Quieren olvidar las razones que llevaron a Ridruejo, Aranguren y Torrente Ballester a levantarse frente a la República. Mientras la izquierda reivindica la memoria histórica, la derecha oculta su pasado e incluso ha hecho del término derecha algo innombrable".

P.S.: Como bien sabe Florentino, también servidor fue formado en la Fundación "Ortega y Gasset" entre los años 1986 y 1988, en la sede (foto de la escalera noble) que también lo fuera de la Residencia de Señoritas de la Institución Libre de Enseñanza, dirigida por María de Maéztu, la hermana de Ramiro... En aquellos años, todavía vivía en la calle de Fortuny el Capitán General Gutierrez Mellado.

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