El finado Javier Tusell me advertía hará pronto veinte años que no encontraría nada de interés en la consulta de los legajos de la Secretaria Personal de la Presidencia del Directorio (1923-1929) que obran en el Archivo Histórico Nacional.
Cuando eso se me decía, entre otras cosas, había hallado ya un informe redactado hacia 1927 por un ingeniero militar en el que, finalmente, se recomendaba la fundación en Barcelona de una empresa estatal para la fabricación de automóviles adoptando la cadena y los modelos de la FIAT mejor que los de la Ford Motor Co..
Pero el objeto de mi búsqueda tenía que ver con el proceso de formación y maduración de la elite castrense que, dada la aceleración de la historia española del periodo, se dividió entre los que accedieron al ejercicio del poder militar en el Estado Mayor Central del Ejército Popular de la República y aquellos que terminaron siendo capitanes generales bajo Franco a finales de los años 50 y durante la década de los 60... precisamente cuando despegó la SEAT en Barcelona.
Aquella Secretaría la organizó y dirigió desde 1923 hasta ya muy entrada la fase "civil" de la dictadura de Primo de Rivera el general Godofredo Nouvilas.
Nouvillas fue, con anterioridad y ya en tiempo de miedo a los soviets, el encargado de liquidar todo rastro de aquel esbozo sindicato militar que fueron las Juntas de Defensa, cuyo protagonismo en la crisis final del sistema de la Restauración a partir de 1917 fuera tratado por Carolyn P. Boyd en el fundamental La política pretoriana en el reinado de Alfonso XIII. (Madrid: Alianza Editorial, 1990), libro que tuvo traducción castellana doce años después de la publicación original inglesa.
Nouvilas fue protector de aquella generación militar que he señalado. Ello se reflejó en la Colección Bibliográfica Militar, donde había publicado un tratado sobre fortificación y artillado de bases navales, con ocasión de su fallecimiento en 1929. La necrológica editorial fue redactada por los entonces comandantes Emilio Alamán Ortega y Vicente Rojo Lluch al igual que lo sería la dedicada al propio Primo de Rivera en 1930.
Nouvilas, para decirlo en corto, usó de los conocimientos obtenidos en el desmantelamiento de las Juntas de Defensa y al frente de la dicha Secretaría para crear el primer servicio centralizado de inteligencia estratégica en la España contemporánea.
Su lógica continuación fue la creación del Alto Estado Mayor que funcionó entre 1939 y 1976. En él fueron subsumidos los africanistas del Círculo 30 y la amalgama de los restos aprovechables por el régimen de Franco tanto del SIM republicano como del SIPM del coronel Ungría, quien ejerciera las funciones de jefe de facto de la inteligencia militar española hasta la victoria del Frente Popular en 1936 en competencia con Ángel Cruz Salido.
No es casualidad que los archivos del Alto Estado Mayor sigan siendo considerados como vivos y como tales permanezcan bajo control del Centro Nacional de Inteligencia. Si se abrieran, entre otras cosas, tal vez se conocieran los informes definitivos sobre la creación de la SEAT por el INI, hoy en lenta agonía bajo control alemán mientras que CASA, nacionalizada en su día en el seno del INI, parece que respira bajo férula ruso-franco-germana en EADS, aunque su específica página corporativa ya no funciona.
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ABC, en la estela de la manifestación de uniformados de la Guardia Civil y de las cartas enviadas supuestamente por socios de AUME, publica hoy un editorial sobre los nuevos sindicatos militares en España.
La sociedad española que se pretende postmoderna y postindustrial vuelve a explorar, remozadas y adaptadas a las nuevas circunstancias sociales e ideológicas, viejas visiones sobre el devenir de España como nación y su conducción política.
No sé si Dato fue a Romanones lo que hoy Aznar es respecto de...
Lo que si sé es que el fracaso del esfuerzo de modernización de España entre 1898 y 1939 tuvo mucho que ver con el choque entre intereses creados y los sueños de utopistas a derecha e izquierda mal formados y peor servidos.
No quiero ver repetida aquella jugada, aunque sea en clave de comedia o de burda astracanada.
Afortunadamente, hay elementos suficientes para pensar que no será así.
No es pequeño factor de esperanza constatar que Carolyn P. Boyd, habiendo superado la limitación sectorial de sus primeros estudios, se ha convertido en referencia para todos cuantos estudiamos, reglada o particularmente, los nacionalismos en España, especialmente, los españolistas.
No por casualidad, su magisterio se extiende ya, a través de sus pupilos, a los centros militares de formación y análisis de los EE.UU. Australia y el Reino Unido hoy enfocados a educar y a asesorar sobre las guerras híbridas.
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P.S. Se vuelve a confirmar que existen otras alianzas de civilizaciones: Corea del Norte asesora a Irán para una prueba nuclear subterránea, según 'The Daily Telegraph'.
Pareciera que esta noticia no tiene que ver con todo lo antedicho, pero si lo tiene y mucho como antaño lo tuvo el impacto de la revolución rusa de 1917 en España.
En la foto, guerrilleros soviéticos tras el frente alemán hacia 1943.
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