11/23/2006

Contra ETA, la responsabilidad del 'ausente'

El GEES aporta datos simples, irrefutables, en su análisis de hoy Ceguera voluntaria, dedicado al rearme de ETA.

Hay que estar plenamente de acuerdo con la siguiente apreciación: "Resulta inquietante que tras el robo de las pistolas en Nimes aún no se haya podido identificar y detener a sus autores. Eso significa que hay una parte de ETA descontrolada en Francia".

Sin embargo, se echa de menos una conclusión que el GEES no establece junto a las que le conviene.

Si en un país serio, una banda terrorista extranjera puede operar con impunidad, asaltando una armería que gozaba de la más absoluta de las reservas sobre su actividad y su ubicación -cerca de la taurina ciudad de Nimes-, alguien debería resultar responsable.

No querría este servidor sospechar sobre la existencia de disensiones, estratégicas o tácticas, en el seno del ministerio que una vez ocupara Fouché.

Pero la alternativa posible es peor: obligaría a interpretar -a la luz de los hechos conocidos- que, cara a los intereses de España como estado socio y aliado de Francia, la ineficiencia reina en la gestión política de dicho ministerio hoy regido por Sarkozy, buen amigo de Acebes y Rajoy.


Desde luego, no cabe dudar sobre la voluntad del prócer francés para luchar contra todos los terrorismos, vengan de donde vengan, para vencerlos, aunque ello ayude a gobernantes no identificados con sus intereses políticos e ideológicos.

Pero hay días en los que Sarkozy parece estar ausente cuando hay que ayudar, también, a todos los españoles.

No es de recibo que la Francia que acabó con el islamista GIA en su suelo no pueda controlar y, en su caso, detener de oficio a los etarras que estarían, sospecha que se tiene no sólo por los datos que aporta el GEES, reorganizándose en dicho suelo.

***

Veo que Jorge Moragas, con su mochila a cuestas, trata sobre el mismo asunto y sólo ve alta traición... en el presidente del Gobierno español: un caso más de ceguera voluntaria.

1 comentario:

Unknown dijo...

Muy acertado el enfoque. Algo no va bien con Sarko.