1/07/2010

Tras la Pascua Militar: lo inesperado esperamos


Ayer fue Pascua Militar. Al discurso de la ministra Chacón -este año, el estilismo del maquillaje y del peinado no daban lugar a dudas- siguió el discurso de El Rey.

Correspondió a El Rey afirmar lo que está claro por obvio pese a los intereses cazurros, por si alguien duda de la acción de Estado que ejercen el Ejecutivo del PSOE y la Leal Oposición que mora en el PP:

"Junto a los riesgos y amenazas tradicionales para la paz y la seguridad, han surgido otros capaces de causar daños indiscriminados. Así, debemos estar preparados para afrontar, de manera dinámica, amenazas complejas e inciertas".

El modo de hacerlo es aplicar el concepto de guerras híbridas, que cubre todo espectro de conflictos y ataques, aún los inesperados: Conflict in the 21st Century: The Rise of Hybrid Wars.

Cosa que ha se hizo en tiempos del Imperio Hispánico: La gran estrategia de Felipe II, de Geoffrey Parker.

El concepto de guerras híbridas ha de aplicarse, tanto en lo civil como en lo militar, con el rigor máximo que exije la prudencia política.

No hay que gastar en lo obsoleto, hay que arriesgar anticipándose a la amenaza, el riesgo y el ataque efectivo contra nuestros intereses nacionales, vengan de donde vengan.

No hay que temer a realizar acciones preventivas y a aplicar eso que llaman fuerza desproporcionada. No siempre estas acciones y fuerza son violentas, queridos pacifistas, queridos pancistas...

Las 'harkas' de uno y otro lado del Atlántico -e, incluso, en el Índico- han estado muy atentas a ambos discursos. Me consta en la misma medida en que me consta que el JEMAD -entrevistado ayer por Miguel González- y su antecesor fueron puntualmente informado del mismo en su día. Sospecho que la UTRANS tiene todavía mucho trabajo que hacer, auxiliando quizá a Javier Solana en la elaboración de la Estrategia Española de Seguridad. Espero que otras instancias hagan lo propio...

P.S. La expresión de "lo inesperado esperamos" es parte de los versos de Agustín García Calvo, (AGC), catedrático emérito de Latín en la Complutense, comunero y zamorano de nación, maestro en el arte de hablar bien y dialogar con orden lógico, cantado por Amancio Prada, de nación ponferradino: hé aquí Nadie la llama y viene...

"Respecto a los nacionalismos, señala García Calvo que parten de la conversión del pueblo indefinido e inmanejable en una idea (los pueblos) manejable y sumisa al Poder".

Ignora conscientemente AGC -excelente funcionario al cabo, a cuyas clases asistí por libre para ser bien instruído- que, en régimen de democracia política, con la soberanía del pueblo sobre ambas, las armas y las letras son simbiósis holística de Libertad en defensa de cada ser humano, incluso del que nos es hostíl.

En la foto, La Carga de los Mamelucos, de Goya. El francés, entonces, se tornó enemigo y ¿quienes lucharon?: el pueblo en su conjunto y un puñado de militares honrados.

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