Afganistán, en la hora de nuevas decisiones de Estado, unas preguntas previas

Publicaba ayer Rafael L. Bardají España: Estado fallido y no terminaba de citar la fuente académica del concepto (sólo enlazo un ejemplo de 'Parameters', resvista de la Escuela de Guerra del Ejército de los EEUU). Hoy, el coronel (r) Candíl (a) "Hernándo Cortés Monroy" publica Afganistán. Permanecer o Retirarse.

Al primero puede estar afectándole la insurrección de los taxistas -gremio potente, rescoldo motorizado de prácticas medievales en especial de Madrid- o la votación en contra de los toros del Parlamento Autónomo de Cataluña.

Al segundo, lo que le afecta es que el tipo de guerra en el que él -y tantos miembros de tantas promociones de la General- se educaron no va a producirse, salvo que Rusia y China entraran en guerra abierta entre si o respecto de terceros.

El concepto de 'Estado Fallido', perfectamente aplicable a Afganistán, no lo es en modo alguno a España. Bardají, escriba de Aznar, sabe perfectamente cómo la Policía Nacional y la Guardia Civil protege a su señor (el de él) del mismo modo que protege a tanto cargo y ex cargo del Estado. Candíl, parafrasea al escritor estadounidense Norman Mailer y con ello afirma que "Llevar a cabo una guerra para resolver un problema es como acudir a un burdel para curarse de una enfermedad venérea". Jamás se vió a un militar proporcionar tan buen argumento a los ecopacifistas no democráticos que infestan a las izquierdas en España.

El problema de ambos analistas de GEES/FAES es que no hay posibilidad alguna de que sus líneas de pensamiento puedan gobernar la España que es. La gestión de Aznar en cuestiones de Estado permitió la desestabilización estructural del Estado de las Autonomías -eje Madrid/Valencia- que llevó a ZP al poder y a una relativamente tranquila primera legislatura bajo su mandato, 'conspiranoicos' al margen.

Las preguntas correctas, queridos Bardají y Candíl son, respectivamente, las siguientes:

a. ¿Está el PP en condiciones de liderar una reforma constitucional y de la ley electoral caso de llegar al gobierno, como lo estaba en 1996, contando con el apoyo de los derechistas de CiU y del PNV?.

b. ¿Están las Fuerzas Armadas europeas -incluídas las españolas que, en un año, doblarán el número de tropas destinadas a Afganistán (enlazo análisis catalán al respecto)- capacitadas para sostener una dura y larga campaña COIN y de Estabilización y Reconstrucción, asumiendo como propias las nuevas doctrinas estadounidenses al respecto -concepto de guerras híbridas, expresa y/o subyacentemente asumidas ya en CONUS- y su aplicación concreta en Afganistán.?

Hay una tercera pregunta que corresponde contestar al actual gobierno de ZP (en la foto la ministra, el embajador Dezcállar y el 'boss' de Seguridad Nacional, TGral USMC (r) Jones) y esta es:

¿Es consciente de que la crisis institucional enrocada en la económica que padecemos en España tendrá como factor clave la eficacia que demuestren nuestras Fuerzas Armadas en el terreno asignado por OTAN/EEUU en Afganistán, muertos propios incluídos?

Ya no estamos en los días posteriores al 14 de marzo de 2004 en que un diputado socialista y un general con sentido de Estado supieron diseñar un plan de contingencia con el que cubrir y paliar los daños que produciría -como se produjeron- en la que sería la iniciativa más importante de ZP en el plano de la Acción Exterior del Estado en su gobierno: la retirada del 'contingente de paz' de Irak diseñado por Aznar cuando la insurgencia chií se iniciaba en torno a la ciudad santa de Kerbala en la provincia de Al Nayaf.

El criminal estalinista Santiago Carrillo -¿La guerra de Bush o la de Obama?- no pinta, afortunadamente, nada en todo lo anterior.

Servidor, que es de El Viti y de José Tomás, desprecia a los torerillos de postal y los supuestos taurinofilos con billetes enrrollados en negro en Gibraltar/Sotogrande que traicionan al gran Ordóñez y a la Fiesta de los Toros -verdaderos enemigos de ésta- convertidos en modelos de pasarela del HOLA.