9/02/2008

Fosas


Leo, y en la portada de El País a cuatro columnas, que Garzón da el primer paso para elaborar un censo de desaparecidos en la Guerra Civil y el franquismo.

A mi me enseñaron que todos los muertos deben ser enterrados con respeto y por sus deudos.

Sé perféctamente a qué tipos de hallazgos puede dar lugar la aplicación de las técnicas de Arqueología Forense, mucho más complejas que las de la mera identificación de cadáveres, que las incluye. Comprendo los miedos de los más mayores, la rabia de no pocos del resto de mis contemporáneos, a derecha y a izquierda.

Tengo muy presentes las Fosas de Katyin (1940, cuya historia popular enlazo también en inglés) y las de Babi Yar (1941, cuya historia popular también enlazo en inglés). Hay decenas, quizá centenares, de miles de fosas: en China, Argentina, Camboya, Ruanda, un sin fin de lugares...

También tengo muy presentes las fosas que no existieron, en el aire se fueron convertidos en humo... sistemática decidida en enero de 1942, teorizada en "Mi Lucha", mucho antes de que se lanzaran bombardeos incendiarios y nucleares masivos. Bremen o Hiroshima son blandidos: el hecho cierto es que los ejércitos de Stalin se pararon donde se había convenido en Yalta y Postdam.

Recuerdo, antes de llegar a los vestigios del basurero de la Fábrica de la China, en el Real Retiro de Madrid, las capas de restos de franceses, cubriendo a restos de españoles, fusilados todos entre 1908-1812 antes de encontrar las lozas y fragmentos de la producción de esa estación experimiental, cuyos hornos fueron desmantelados por los británicos el último año citado. Eran trabajos de Arqueología Industrial, en principio.

Repito, a mi me enseñaron que todos los muertos deben ser enterrados con respeto y por sus deudos.

Alguién, no sé quién, ordenó que el poema arriba inserto fuera colocado en su lápida, no sé dónde.

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