Tantas viudas... tantos huérfanos... tantos heridos...
Hace treinta años, los entierros eran "casi" clandestinos...
Hace veinte años, todavía subías, coronel T, en el mejor de los casos, a un Corsa "civilizado" para ir al número 3 de...
Había -hay- heridos... sobre los que se aplican las técnicas más arriesgadas contra el dolor físico, mordaz día y noche. Había -hay- heridos en el alma, incurables, con escasos medios de paliación.
Estos días he visto cosas increíbles hace sólo diez años, en la Catedral Nueva de Vitoria/Gasteiz... en la villa de Guernica/Gernika...
Por aquellas viudas, por aquellos huérfanos, por aquellos heridos, emociona poder leer hoy la Declaración íntegra de María Victoria Campos, viuda del guardia civil asesinado en Legutiano.
Las víctimas, por si mismas, pueden. Todos debemos. Hemos aprendido que juntos podemos.
A algunos se les está acabando el tiempo: acogéos a sagrado
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