Despejados ciertos malentendidos -Conspiración (católica) de la Pólvora- las Brigadas Internacionales ha acordado acabar con toda gilipollez asesina.
Acogéos a sagrado, etarras. Adjunto "A lavandeira da noite", realizada por la judía yemení Noa y el galllego Carlos Núñez. Estamos aprestados en estas Bardenas Reales.
Si no, seréis tratados como el infame austriaco, conforme al principio de Contra ETA: a De Juana como a Hess.
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P.D. Este fin de semana he leido "El mito de la guerra buena. El papel de los EEUU en la II Guerra Mundial", cuyo autor es Jacques R. Pauwels.
La tesis básica es que el Gobierno y las empresas de los EE.UU. no dejaron de ayudar al establecimiento y sostenimiento del III Reich. Claramente pro soviético y pro stalinista, el autor apenas repasa similares apoyos de, por ejemplo, Ford Motor Co., y de razones sociales y públicas italianas y alemanas a la Unión Soviética durante los años 20, 30 y 40. En todo momento, Stalin es presentado como un político humanista dispuesto a negociar todo a la baja...
Desde luego, su descripción sobre la función del bombardeo de Dresde en febrero de 1945 como factor de contención y disuasion al Ejército Rojo es bastante exacta. Eran los días de la Conferencia de Yalta y de la entrada de las tropas euroasiáticas en Prusia Oriental y en la Galicia polaca, donde hallaron la perla final: Auschwitz-Birkenau... La misma función ejercieron los bombardeos sobre Tokio, Nagoya, Osaka y Kobe (incendiarios, en marzo) e Hiroshima y Nagasaki (nucleares, en agosto).
El libro "revisionista de izquierdas" fue publicado en 2006 por Alfonso Sastre y Eva Forest en su editorial Hiru Argitaletxea, con sede en Fuenterrabia (Guipúzcoa) e impreso en Estella (Navarra). La militancia filoetarra de este matrimonio de comunistas, en su juventud falangistas, es de sobra conocida.
Lo que me preocupa es que el volumen ha llegado de prestado a mis manos procedente de probos funcionarios universitarios en Madrid, gentes de derechas a la liberal carpetovetónica que siguen buscando interpretaciones alternativas de la realidad para mantener sus adolescentes ansias de rebeldía.
En la foto, uno de los nuestros, un payaso loco del "ghetto" de Kovno (Lituania) tras la liberación.
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