Nota sobre el Tribunal Constitucional

Servidor es peripatético, esto es, seguidor de la filosofía o doctrina de Aristóteles. Serlo con rigor obliga a negar cualquier validez al idealismo. Evidentemente, se cae en el riesgo de ser calificado como ridículo o extravagante en los dictámenes o máximas.

Los platónicos -esto es, los idealistas que se publican como gente práctica, desinteresada y honesta- son mayoría.

Cuando se publica noticia sobre los datos del Observatorio Juvenil 2006-2007 (*), servidor no se extraña del contenido. Nuestros jóvenes, acá y en todas partes, incluida la Argentina, son "naturalmente" platónicos, como no podía ser de otro modo.

Apenas leen, y como comenta ABC, sinceros, honrados y responsables como quieren ser, le dan al botellón.

El problema es que la mayoría de los adultos -en todas partes también- siguen en ello, según se comprueba hoy en España al tratar sobre los más variados asuntos públicos.

Tomemos uno de ellos como ejemplo: hoy, en el diario El Mundo, bajo pago, se publica que El TC declara inconstitucional que sea delito negar o justificar el genocidio. Me hago idea de cuál puede ser una de las lecturas idealistas más populares y, por ello, fuente de Derecho, en el Tribunal Constitucional del Reino de España.

El editorial de El Mundo al respecto señala claramente por donde va: La libertad de expresión no se le puede negar ni a los nazis. Así nos va a todos: con estos, seguro que no será posible lograr Contra ETA: a De Juana como a Hess. Y es que con ETA viva y coleando muchos idealistas ganan mucho dinero y, además, logran o aspiran a lograr poder político.

En la foto: reproduccion de la primera página del texto de Ernst Gellner, maestro peripatético, El arado, la espada y el libro. La estructura de la historia humana (México. Fondo de Cultura Económica: 1988).

(*) Estudio realizado con 1.568 encuestas a universitarios madrileños, coordinado por la ONG Cooperación Internacional, que ha contado con la colaboración de la Consejería de Familia y Asuntos Sociales de la Comunidad de Madrid, el INJUVE y el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales a través del programa SERADE (Sensibilización contra el Racismo y a favor de los Derechos Humanos) y que ha dirigido el catedrático de la Universidad CEU San Pablo, Antonio Franco Rodríguez de Lázaro.

Prueba de que no se lee, es que el estudio se presenta en nota de prensa pero las páginas de las organizaciones de referencia no lo insertan, financiado con fondos públicos como está.