Qué quieren que les diga: no me gusta la parapsicología ni ningún otro orfanato mental.
Si tengo que analizar la política exterior de Sarko y su acercamiento a los EE.UU. no me paro a atender las consignas retroprogres de Nicole Muchnik, pintora y escritora por lo demás muy respetable.
Si tengo que analizar la política exterior de Zapatero sí me detengo en leer y pensar lo que tenga que decir Florentino Portero.
Si tengo que analizar el verdadero impacto de la sentencia del 11-M, paso por alto las consignas celtíberoneocon y escucho atento en su integridad la entrevista realizada hoy al embajador de los EE.UU. ante el Reino de España en el programa Los desayunos de TVE y cotejo, al calor de sus respuestas, dicho asunto con la extradición de Al Kassar a los EE.UU..
En fin, si tengo que animar a seguir defendiendo nuestras libertades con carácter universal, dentro de la Ley y, si es preciso, con las armas en la mano, de forma que una inmensa mayoría entienda los por qués, propongo ver la película franco-estadounidense Persépolis. Y obrar, día a día y personalmente, en consecuencia.
En la foto: reproducción de una de las viñetas del cómic Persépolis.
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