El pasado día 5 de julio, Philip Stephens publicó en Financial Times su comentario How to defeat the jihadis in something other than a war.
Con cierto distanciamiento, Stephens daba cuenta del cambio de lenguaje y, por tanto, de enfoque que el gobierno del nuevo primer ministro Gordon Brown ha adoptado sobre cómo derrotar al terrorismo islamista. De paso, Stephens anotaba cómo similar tendencia se fortalece en los mentideros de Washington D.C.
El País, ayer, recogía ampliamente en El ministro de Seguridad británico cree que la amenaza terrorista podría durar 15 años las previsiones –con cambio de lenguaje y enfoque incluido- del nuevo titular del ramo, el almirante retirado Sir Alan West.
La impresión cruzada producida por la lectura de ambos textos hace que servidor augure que, llamándola guerra o no –West reserva el término declarando que "No es una guerra en ese sentido (¿convencional?) en absoluto. Menosprecia el valor de una guerra y menosprecia el valor de un montón de cosas"-, el Reino Unido adelanta una estrategia para la conducción global de operaciones antiterroristas distinta de la improvisación idealista de Bush y las mesnadas neocon que probablemente fructificará ante las elecciones presidenciales de los EE.UU. en noviembre de 2008.
La readopción del concepto Operations Other Than War (OOTW) implícita en las informaciones, análisis y declaraciones anglosajonas a ambos lados del Atlántico no significa en modo alguno apaciguamiento o cesión frente a la continuada y persistente agresión terrorista de los islamistas de Al Qaeda y sus franquicias.
Lejos de ello, representa una señal clara de que la determinación para vencer, convenciendo, es firme.
Quizá el problema en España a la hora de enfocar la lucha contra todos los terrorismos, vengan de donde vengan, es que se pretende vencer sin convencer.
Aun sin compartir del todo el análisis Polarización publicado por Enrique Gil Calvo hoy en El País, cabe lamentar –sobre todo por su ineficiencia democrática- los bucles melancólicos en los que están enredados las ensimisimadas mesnadas de los Mayor Oreja y los Alonso de los Ríos.
1 comentario:
Me alegra este cambio de discurso en la estrategia del Reino Unido. En realidad creo que ellos, que de estas luchas irregulares saben un rato, siempre han tenido claro cual era el camino.
EEUU lo tendrá más difícil.
Siempre ha parecido un asunto baladí la denominación de guerra; como ves, no lo es tanto para algunos. En la guerra la consecución de objetivos militares pueden imperar sobre los condicionantes políticos; en esta lucha los objetivos militares sólo son hitos -y no los principales- de una senda marcadamente política.
La consideración de combatiente o no de un terrorista tampoco lo es.
En homenaje a tu esfuerzo en COIN he rescatado perlas de nuestra historia a proposito de hoy, 9 de julio.
http://elalijar.blogspot.com/2007/07/vehculos-coin-en-1909.html
Un saludo
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