6/28/2007

Memoria de Petrogrado a propósito de El Líbano y Afganistán

Luis Solana apunta Meditación militar para progresistas.

En la Academia General Militar de Zaragoza, en algún momento a finales de los años 40, ingresaron dos cadetes. A uno de ellos, "los rojos" le habían asesinado a su padre -militar de carrera- ante sus ojos, al inicio de la guerra civil; al otro, huérfano también, su tutor, socialista, no le impidió seguir la carrera profesional hacia la que se sentía impulsado.

Ambos se hicieron amigos. Y se hicieron amigos de otros.

Sabiendo lo que hicieron muchos años después -mediando la lectura de los artículos publicados hacia 1918 por el agregado militar español en Petrogrado, conservados por la esposa de un padre asesinado- quedo en primer tiempo de saludo...

Ambos ya son viejos soldados... y se han merecido cuidar, como hacen, de los nietos.

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El Líbano.

Dimes y diretes.

Zapatero presume de que el Ejército es «el mejor equipado de la historia».

Tiene razón. Pero, grosso modo, el problema es que dados los plazos del actual sistema de programación para la adquisición y mantenimiento de los materiales de las Fuerzas Armadas durante "todo su ciclo de vida", esos equipos responden a necesidades que lo eran de primera línea cuando todavía existía la Unión Soviética.

Los presupuestos de Seguridad y Defensa se legitiman, cuando no son evidentes las operaciones militares, por su estricta ejecución. Se es -y se debe ser siempre- muy cuidadoso, sobre todo cuando desde que se emite el requerimiento de necesidad hasta que se empieza a cubrir la misma pueden pasar años, cuando no hasta un decenio o más.

Julián García Vargas sufrió durante su gestión el cobro de los "dividendos de la paz" cuando desaparecido el peligro comunista, la economía nacional sufrió los efectos de la crisis financiera internacional a comienzos de los años noventa.

Por su parte, Eduardo Serra Rexach y, subsidiariamente, Federico Trillo Figueroa, sufrieron la necesidad de no computar en los presupuestos corrientes los gastos que efectivamente se realizaron durante sus magistraturas para conseguir presentar un déficit-cero ante la introducción del euro.

La "solución" encontrada entre 1992 y 2004 para financiar los programas militares se desarrolló hasta el límite de sus capacidades. Y sabido es que toda "solución" tiene sus "efectos"...

La prestigiada Jane's comenta maravillada el fuerte incremento de los presupuestos de Defensa en España bajo Zapatero. Pero ignora la razón de ello: es ahora cuando se computan a efectos de contabilidad nacional los gastos realizados los últimos quince años bajo el epígrafe créditos de I+D en otros departamentos ministeriales.

El precio es el freno a posibles programas que hoy, con guerras declaradas o no, hubiera sido necesario ir ejecutando con eficiencia para cubrir necesidades que iban emergiendo cuando las tropas españolas empezaron a servir en operaciones de paz en el exterior.

Y cierto es que no sólo España padece las carencias materiales en el ambiente de guerras irregulares, asimétricas e insidiosas en el que estamos inmersos. Pero, a la postre, las carencias de medios que padecemos son nuestras.

Queda en esta nota al margen el tratar sobre las cuestiones sobre doctrina, mentalidades, intereses, instrucción y entrenamiento de los militares, empresarios y, sobre todo, políticos para afrontar la gestión estos asuntos.

Como en lo material, llevamos en esos aspectos nuestro retraso, más o menos paralelo a los de nuestros socios y aliados.

Los que en todas partes parecen ir adelantados son los periodistas y gacetilleros.

Pero estos no hacen otra cosa que cubrir lo que aquí se ha comentado: sus editores y sus fuentes tienen que obtener beneficios, tangibles e intangibles.

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En la imagen, uno de los nuevos Supacat/DML MWMIKs, británicos, de reconocimiento a larga distancia. Gracias, Tirador Solitario, cuando también comentas "Los soldados británicos, encantados con sus Mastiff".

Al primer sistema, servidor lo relaciona con un prototipo de 1982, destinado al SAS. Junto al segundo, MRAP como Dios y el avance tecnológico mandan, forman parte del programa de urgencia aprobado tras fuerte debate en la sociedad civil y su legítimo reflejo que es el Parlamento, comentado hace meses en este minarete personal.

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Buenos intentos los de Ignacio Cosidó, Vencer en Afganistán, y Rafael L. Bardají, Líbano explosivo, ensayados hoy.

Las cuestiones se plantean así: ¿importa más derribar a Zapatero o promover que se disponga en España de las capacidades operativas de Estado para subsanar las carencias arriba señaladas

Ya en 1994, la pregunta estaba planteada respecto de González en los textos ¿académicos? de dichos autores, y, como se demuestra hoy, la segunda cuestión era, al parecer, la menos importante...

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