4/22/2007

Francia: tanto monta, monta tanto

Nicolas como Ségolène; Ségolène como Nicolas.




Esta parece ser la combinatoria en Francia.

Él, producto de la inmigración húngara -apenas nadie exhibió su condición de judío asimilado- y de los estudios en la Universidad de Nanterre en el post-mayo del 68. De derechas, por supuesto y enlazado con Ruíz-Gallardón a través del parentesco que su legítima tiene con el adalid español, todos descendientes de Isaac Albéniz.

Ella, producto claro de la Francia profunda anterior a 1789, como su apellido indica. Su legítimo, Hollande, ha sabido reconocer quién tenía más capacidad. Algunos exhibieron el pasado de su hermano, militar de carrera cual era tradición familiar, que puso un bombazo en cierto buque de Greenpeace en Nueva Zelanda, allá por los años del primer septenato de Mitterrand.

En todo caso, ambos hijos de la V República que, aparte de La Marsellesa, pueden cantar al unísono con la gran Mireille Mathieu cierta canción interpretada en St-Mere-Eglise, donde los paracaidistas estadounidenses de la 101ª fueron masacrados cierto 6 de junio...

Siento simplificar, aunque parezca barroco:

Aquí, donde el Himno Nacional, Marcha Real o Marcha de Granaderos -partitura regalada al masonazo del Conde de Aranda por Federico de Prusia, el amigo de Voltaire- no tiene más letra que la de Marquina o la del ínclito Pemán, ¡qué envidia!.

Pero algo se mueve en Sefarad

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