Valentí Puig, hoy en ABC, ha publicado Calcomanías neoconservadoras.
Con ello, se demuestra que en la derecha española hay espacio para el debate público de sus diferencias respecto de las cuestiones esenciales que hay que tratar para establecer una estrategia nacional en materia de política exterior, de seguridad y de defensa.
Una tal estrategia nacional debe establecerse atendiendo a las cosas de comer.
En la Iberoamérica en la que se oye de nuevo la tétrica consigna "Patria, Socialismo o Muerte" está el máximo interés económico de España.
En la Europa donde nuestro peso relativo es el que es está la oportunidad de expansión en mercados nacionales que la transferencia de fondos comunes va a dinamizar.
En ambos ámbitos, el entendimiento de España con los EE.UU. será un factor para asegurar el exito y mejorar la seguridad y la defensa de todas las operaciones económicas.
Ese entendimiento forzósamente habrá de producirse, también, en relación con los conflictos que, desde el arco que lleva Algeciras hasta mucho más allá Estambúl, se proyecta en lo más profundo de África y de Asia.
Puig alerta sobre la irrealidad en la que viven nuestros celtíberos neocon, cuya sede es un calco de las de sus socios y patronos en D.C..
Desde la izquierda hay que constatar la irrealidad en la que viven mis, ¡ay!, correligionarios.
Así, España pide que se reedite la Conferencia de Madrid sobre Oriente Próximo al cumplirse su 15º aniversario, al conmemorar el decimoquinto aniversario de su celebración: ni siquieran fueron invitadas a asistir las embajadas de Israel y de EE.UU. en España... no así otras.
Toda una muestra de realismo mágico.
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