1/12/2007

Antulio Echevarría: pasado, presente, futuro


Mientras que, alegre y combativa, la muchachada del FAES/GEES sigue en su ofensiva mediática -nunca se les verá en Sadr City o en Albazisketa de Guipúzcoa- Ernesto Ekaizer publica en El País 'La batalla de Argel', según Bush.

Queda muy literario el afirmar que la película de referencia se visiona en los altos círculos de poder en EE.UU. El hecho es que La Batalla de Argel se visiona, junto a otras obligatoriamente, en todos los centros militares de entrenamiento y de formación y en no pocas de sus universidades. La foto inserta no es de la película: es toma de la realidad en el Oranesado durante aquella guerra de Argelia; sobre la persistente hoy, lean a Carlos Echevarría Jesús.

En España, hace unas semanas, servidor la recomendó en una Universidad pública madrileña, con muestras de desagrado por parte de los facultativos. A los estudiantes que tomaron nota les digo que tienen que ver otra película de rigor en estos asuntos: Ven y mira, también titulada en España Masacre, de Elem Klimov (1985). Y también, El puente, de Bernhard Wicki (1959), la mejor película sobre el fin de la muchachada nazi... en Alemania.

Pero no sólo de películas vive el hombre.

Antulio J. Echevarría, vasco-irlandés de tercera generación en EE.UU., estudioso de Clausewitz y, sobre todo, de la realidad, acaba de publicar Challenging Transformation's Cliches.

Frente a la reiteración de sueños de una noche de verano, propios del realismo mágico a derecha y a izquierda en el orbe occidental, Echevarría asevera:

"Critical thinking is far more important to achieving a successful transformation than is creative or imaginative thinking. Consensus, or at least tacit consent, is the lubricant that moves transformation along. Creative thinking takes transformation on side tours, while critical thinking questions whether the road being traveled is the best one. Creative thinking is best done before the journey begins; critical thinking should occur at every mile marker. The political nature of transformation makes both inconvenient. The unpleasant reality is that funding decisions have to be made, and on time. It is probably best to accept that errors in judgment will be made. But we want to avoid compounding them by refusing to change course.

Learning from the past does not guarantee a better future, but it does improve our ability to learn. Trying to make the present—or the future—fit the past is bound to lead to failure and disappointment. The past is never exactly the same as the present, and it is never absolutely different, either. If and when the past is relevant depends on how we see the present. And that, in turn, depends on how frequently, and how well, we challenge the accepted “truths” of our times".

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