La noche del 21 de junio de 1941, en el Casino de Zamora, ciudad castellana, un grupo de exaltados jovenzuelos agredieron a un Teniente Coronel del Ejército español tras comentar éste que la invasión de la Unión Soviética conduciría a la derrota del Eje.
La cosa no fue a más pues las autoridades civiles y militares de la provincia negociaron el tapar el asunto. El Teniente Coronel fue destinado a Rusia y los jovenzuelos prosiguieron su carrera política.
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Leemos hoy en el suelto de Bardají en ABC, Sin novedad en el frente, que "... la realidad es que si en el 2003 se hubiera forzado el cambio de régimen en Siria e idealmente en Irán, Irak sería hoy un país con menos problemas".
Con sumo idealismo, Bardají mueve banderitas sobre el mapa mudo de la estrategia de café.
Retrospectivamente, ve divisiones blindadas, qué digo, Grupos de Ejércitos desbordando fuerzas hostiles sobre los montes Zagros y en las estribaciones del Valle de la Bekaa, arrasando toda resistencia y tomando Teherán, Alepo, Tabriz, Isfahan y Damasco como se tomara Baghdad.
Luego, con el shock & awe logrado, Bardají tiene la visión de que, instaurando proconsulados a lo Paul Bremer... tal vez, viéndose el mismo como cónsul en Bandar Abbas..., pronto la estabilidad y la reconstrucción en una esfera de prosperidad en Oriente Medio produciría los adecuados beneficios...
El resto del orbe, pasmado, se rendiría ante la eficacia militar demostrada... sin más.
Rusia y China quietas y calladas. Pakistán y Arabia Saudí aplaudiendo entusiasmadas. Los taliban, los señores de la droga y los jefes tribales en Afganistán deponiendo armas y desmantelando negocios con gran ceremonia en Kabul, tal vez ante un familiar legado llamado Alejandro...
Aún más, podemos imaginar a Bardají viendo a Egipto ofreciendo sus buenos oficios para establecer criterios de buena gobernanza local doquiera. A Turquía, soñando con convertirse en la avanzada de Europa en Asia. A los árabes de Palestina, felices por no depender ya de los dineros de los regímenes de Irán y Siria junto a los de la Unión Europea para iniciar su desarrollo como Estado independiente. Incluso, contemplando a Israel, por fin, segura dentro y fuera de sus fronteras...
Desde su atalaya, vemos a Bardají confiado en que serán ya imposibles los atentados terroristas en todo el orbe, otrora tan temidos. Y previendo que las guarniciones occidentales -¿cuántas brigadas españolas?- establecidas en Siria, Irak, Irán y Afganistán disfrutarán de la hospitalidad local y del refinado trato oriental durante los pocos años que será precisa su presencia.
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El GEES amplifica, cómo no, en Comisión Baker: el daño está hecho, las consignas impartidas por Bardají tras recibir recado de sus contrapartes del otro lado del Atlántico.
Dan por buena -siempre hay retroalimentación entre idealistas aparentemente opuestos en sus visiones- la aseveración del odiado enemigo: "Pero el informe ahora es lo de menos, porque el daño ya está hecho. La sola idea de negociar con el enemigo ya le hace más fuerte. Cuando Ahmadineyad escuchó por primera vez las recomendaciones del informe dijo: "Me alegro de que Bush y Blair acepten a un Irán nuclear". Esto es lo que ha conseguido, señor Baker".
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Pese a las apariencias, no hay mucho espacio para visionarios en el mundo real.
En los EE.UU. se preparan para afrontar las delicadas a la vez que terribles consecuencias estratégicas de los errores cometidos en el planteamiento de la guerra global contra el terrorismo desde 2001 y corregirlos.
Por ejemplo, se recupera la idea de establecer un Mando Africano de los EE.UU., propuesto ya en 2000 pero despreciado por la autosuficiencia idealista de los neo-con en su apogeo; (gracias, Pedro, por el enlace).
El grupo de estudiosos liderados por Baker-Hamilton sólo han propuesto una cosa nueva: ganar tiempo, evitando las precipitaciones del pasado.
Proponen así asumir riesgos para abrir nuevas oportunidades para la defensa eficiente de la libertad de los seres humanos.
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Afortunadamente, no hay ningún riesgo de que analistas como Bardají desvelen la verdad a nuestros comunes enemigos a través de sus escritos. Tan sólo retroalimentan, con limitado exito, a estos, estén en cercanas montañas o en lejanos desiertos.
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Tengan por cierto que, si este servidor estuviera en posesión de la verdad respecto de estos asuntos, no la expondría en este minarete personal más de lo que ahora mismo ha hecho con sus aproximaciones a ella.
Al cabo, debo velar por mi seguridad personal: hay demasiados jovenzuelos inflamados por las consignas del momento que son capaces de agredir a cualquier Agamenón o a cualquier porquero.
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P.S. Hezbolá pone bombas trampa para impedir que la Legión acceda a un depósito de armas.
Los artefactos explosivos fueron colocados el martes por la noche en el sur de Líbano. Los combatientes españoles siguen asumiendo riesgos mortales inmediatos en nuestra defensa avanzada. Dios les bendiga.
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