Mientras que El País refleja que Unamuno sigue siendo "celestina" y "antipatriota" para el PP salmantino, sus tunos intentan apropiarse de la persona y obra de Dionisio Ridruejo.
Unamuno sigue siendo inasible e inmanipulable, cosa que no pasaba ya en vida con Ortega y Gasset. Al efecto, medítese sobre la foto de Millán Astray departiendo con Manuel Aznar, entonces director deel orteguiano diario El Sol -antecendente de El País- y abuelo de José María...
No en vano, Juan Marichal -de joven, negrinista, y, luego, yerno del gran poeta Pedro Salinas- afirmó que con un Unamuno al siglo había suficiente.
Con su propia ética y estética, Ridruejo fue el segundo Unamuno del cronológico siglo XX español. Por ello, no será, ni asido, ni manipulado...
Como tampoco puede nadie hacerlo con Josep Plá, conservador neto que fue, nuestro local Burke, al menos para socialistas como servidor educados mediante el análisis de la buena tradición del laborismo británico que, a través de Laski, llega hasta Blair sin dar ni un paso más allá.
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