Tengo para mí que todos los actores sobre el terreno en la frontera entre Israel y El Líbano manejan más y más elaborados supuestos, dada la complejidad de la situación que exige huir de simplificaciones de partido o facción.
Los líderes del Partido Popular en España podrían ampliar sus perspectivas, por ejemplo, consultado las apreciaciones libradas off the record al respecto por Igal Palmor, Director General para el Magreb del Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel, a través de sus correligionarios, peregrinos junto a servidor en tierra y entre gentes que no nos son extrañas.
Entretanto, espero impaciente la publicación de un inédito breve titulado "Acerca de la seguridad del contingente español en el Líbano" redactado estos días por el profesor Pedro Fatjó Gómez, de la Universidad Autónoma de Barcelona.
Bien informado y documentado, dicho texto es un punto de partida para la discusión pública sobre el estado a dia de hoy de las Fuerzas Armadas españolas. Ciertamente criticable, sobre todo por quienes sostenemos una visión clausewitziana en el análisis de los asuntos de guerra y paz, su publicación consentirá un debate abierto entre militares y civiles españoles libres, rigurosos y responsables.
Ese debate deberá producir efectos tangibles no más tarde del año 2013, siendo preferible que para 2010 la fuerza, nuestra fuerza, se haya puesto en línea con la razón y la realidad.
Ese debate urge: ya hoy, hay sangre española en juego.
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