Ante el debate parlamentario de hoy: 'guerra híbrida' en El Líbano y más allá

Las operaciones castrenses están adquiriendo rasgos sorprendentes, al menos, para quienes tienen una visión limitada de la historia militar y de la esencia de los ejércitos.

La foto que encabeza esta nota corresponde a un marine de los EE.UU. en acción. La primera impresión es que simplemente está 'agenciándose' unas cabras con que complementar las raciones de combate. Lejos de ello, lo que está haciendo es participar en una campaña de vacunación veterinaria en Kenia, dentro de las múltiples actividades de diplomacia de la defensa que tienen por objetivo mejorar la influencia propia sobre los corazones y las mentes en prevención de otras influencias hostiles.

Los críticos que acusan al actual gobierno español de utilizar a nuestras Fuerzas Armadas como una ONG o complemento de ellas, deberían tomar referencia del ejemplo estadounidense, que tanto dicen apreciar. Más al contrario, en su oposición a las políticas del gobierno, alguno de estos críticos llega a dar la impresión -seguramente falsa- de que consideran que nuestras Fuerzas Armadas son un 'somatén' particularmente afecto a sus posiciones políticas.

Más allá de esto, tomando en cuenta la experiencia de la campaña de los 33 días, el TCol (r) Frank Hoffman, del Centro de Amenazas y Oportunidades Emergente (CETO) del US Marine Corps, ha librado Lessons from Lebanon: Hezbollah and Hybrid Wars, análisis breve, incisivo y certero sobre lo que hay que aprender ya.

Su lectura está especialmente indicada para los combatientes españoles, civiles y militares, que estén muy ocupados en la mejora de las previsiones y de la preparación de nuestra Seguridad y Defensa.

Las simplificadas calificaciones jurídicas entre guerra y paz no sirven más que para hacer estériles los debates políticos.

Las perras míticas de quienes siguen anclados en considerar que las Fuerzas Armadas españolas no deben ser usadas en el exterior, fuera de las misiones y para los objetivos que ellos decidieron durante su etapa de gobierno, tampoco ayudan a aclarar las cosas.

Quienes, dentro y fuera de la profesión militar, siguen empecinados en contar con masivos y altamente tecnificados medios de combate convencionales, sólo están preparando su derrota y, con ella, la derrota de España como nación eficiente en materia de Seguridad y Defensa.