Desde los años 70 del siglo XX, la vieja técnica de minar las carreteras se ha extendido letalmente en todos los conflictos conocidos.
Sean minas fabricadas industrialmente o artefactos improvisados artesanalmente, son armas especialmente aptas para la realización de operaciones asimétricas de acoso y expansión del terror, dirigidas tanto contra fuerzas armadas como contra la población civil.
No cabe ninguna excusa legítima para seguir exponiendo a los pacificadores españoles a más riesgos que aquellos que no pueda subsanar la técnica existente contra las minas y los hornillos.
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