Líbano: sobre héroes y tumbas

La simplificación en la presentación de los análisis sobre cuestiones de Seguridad y Defensa puede ser pedagógica, pero suele ser útil sólo para conducir a errores.

El aznarí GEES, cuando actúa como firma colectiva, se deja llevar por la simplificación en demasiadas ocasiones. Así, de su entrega del 22 de agosto, Líbano: ¿La tumba de Zapatero?, mala impresión dejaron las siguientes frases por matizada que fueran en la escritura del conjunto del texto:

"Sólo hay una razón por la que se pudiera apoyar la iniciativa de nuestro sonriente presidente de desplegar entre 700 y 1300 soldados españoles en el sur del Líbano: que ese despliegue sea su tumba. //...// Si a ZP el beatífico y pacífico soporte de las Naciones Unidas le envían a casa 50 o 300 bolsas con otros tantos cadáveres de jóvenes españoles sería su final político, por haber arriesgado sus vidas en una misión inútil en la que la participación española estaba diseñada para su mayor gloria y fotogenia personal..."

Servidor, en el seno del PSOE, defendió posiciones contrarias a las sostenidas por su dirección política con ocasión de la campaña de Irak de 2004, juzgando al tiempo poco decidido el compromiso de Aznar por no envíar tropas de combate en el inicio mismo de la ofensiva militar aliada contra el régimen de Sadam Hussein.

Servidor, manteniendo a toda costa los deberes de la militancia política, sabe muy bien que hay fronteras en la expresión y en el pensamiento que no pueden atravesarse, como de hecho en aquellos días -y en el 11-M- no se atravesaron por parte de los socialistas.

Ahora toca seguir atendiendo a muchos asuntos en relación con los héroes -generalmente desconocidos para el público- y las tumbas.

1. La interministerial del viernes 25 de agosto en Bruselas reflejará, sin duda, las limitaciones de la estructurar Política Exterior y de Seguridad Común de la Unión Europa ante ésta y ante cualquier crisis internacional. Para citar un ejemplo, Reino Unido, Francia y Alemania, troika comunitaria para la negociación con Irán a propósito de su programa nuclear, mantienen a estas horas un estruendoso silencio al respecto.
2. Hoy, Líbano anuncia el despliegue del Ejército en la frontera con Siria, por boca de su primer ministro Siniora, quién ya había advertido sobre la traición que haría Hizbulláh al Líbano si persiste en rearmarse en el valle de la Bekaa, (vid. foto). Este anuncio es todo un síntoma del cambio de reglas de juego que se está produciendo sobre el terreno, y
3. Hoy también, hemos conocemos la denuncia de las indecentes amenazas de muerte que ha recibido Gustavo de Arístegui, diplomático español y diputado a Cortes por el PP, por sus opiniones políticas sobre todas estas cuestiones del máximo interés para España. A Gustavo, como a tantas otras personas mucho menos conocidas, hay que decirle que no está sólo en la defensa pública de sus derechos personales y políticos.

A los aznaríes del GEES y al resto de demócratas nos unen más cosas de las que nos separan. Lo que nos diferencia de los asesinos es, para empezar, las convicciones que han de reflejarse en el lenguaje que empleamos. Por ello, los que creemos que las libertades públicas y democráticas han de ser defendidas, siempre regladamente, incluso con las armas en la mano, debemos ser muy cuidadosos con nuestras expresiones para ser sinceros y certeros.

Nuestros héroes no son moneda de cambio. Las tumbas que tal vez tengamos la desgracia de tener que llenar, no deben ser profanadas, ni siquiera con el pensamiento.