Bengalíes al Líbano

Los líderes europeos están tentándose la ropa antes de enviar al Líbano tropas en número notorio para surtir a la FINUL expandida.

Los franceses exigen un mandato claro y reglas de enfrentamiento sólidas, garantizadas por las partes en conflicto. Los alemanes, aduciendo motivos históricos, no quieren participar con fuerzas terrestres en la frontera de Israel, de Italia no se sabe mucho y ...

Bangladesh, empero, ha ofrecido en firme 2000 pacificadores En el cálculo de costes y beneficios, las autoridades bengalíes no habrán tenido que tener en cuenta las mismas repercusiones sociales, corporativas y políticas que las europeas.

Si a algo se parecen en su composición humana las fuerzas que actúan bajo mandato de la ONU es a los viejos ejércitos coloniales europeos que lidiaron la mayoría de las guerras europeas hasta 1945. Salvo para el objetivo principal declarado, la paz internacional, en el resto de aspectos también recuerdan en mucho a aquellos. Las fuerzas armadas de los países pobres se despliegan donde ni siquiera la masa de profesionales occidentales está dispuesta a ir.

La única vez que la ONU intentó imponer como tal organización la paz en un lugar y en un momento concretos fue en el Congo, en el decenio de los 60. Aquella misión de imposición de la paz causó, entre otros efectos, una gran crisis financiera de la ONU, que disuadió a sus funcionarios de embarcarse, directamente, en ese tipo de operaciones.

Sobre el terreno, la masa de infantería de la ONU, no por casualidad, fue surtida por la India y por Etiopía, junto a contigentes menores como el de Mali (vid. foto). La fuerza aérea, por Brasil, Suecia y Etiopía.

Todo el mundo recuerda a la víctima mortal más sobresaliente del conflicto, el secretario general de la ONU, Dag Hammarskjöld; sólo los familares recuerdan al resto con nombres y apellidos, 245 militares muertos y 5 funcionarios civiles.

¿Se repetirá la historia?