11/13/2009

Seguridad y Defensa en 2029: la 'generación de la Transición' y la 'generación afgana'


Bién. Pasaron los fastos -espantosos- del XX aniversario de la caída del Muro de Berlín. El primero de mis hijos ya es mayor de edad. Poco a poco, a los chavales les voy explicando algunas cosas del pasado reciente, a ellos que no les suena casi Jordan y si Ricky Rubio en el baloncesto. En 2029, el mayor de mis hijos deberá tener 38 años, los menores, 31.

Por pura lógica vital, me sobrevivirán, y estoy casi seguro de que no llegarán a vivir guerras "de las de verdad" (Rusia vs. China, p.ej.), aunque han crecido y crecen entre las guerras que son y nos afectan, aunque las neguemos como tales por mera razones de seguridad y estabilidad social y estatal.

Estos últimos veinte años vimos pasar los "dividendos de la paz" deprisa a los "hedge funds" al estilo Madoff, en tanto se evitaba una 'balcanización' de Europa, incluyendo a Rusia. Como nos advirtiera en su día a algunos jovenzuelos el Almirante Jesús Salgado Alba ,un buen analista estratégico -enlazo aquí una muestra de finales de los años 60 del siglo pasado titulada La crísis de la Alianza Atlántica, - hubo "de marejada a fuerte marejada, con posibilidad de gran galerna"... y a fe que fueron varias las tormentas, tifones y huracanes de las que aparentemente se libró el "oásis español". Oásis de ladrillo al sol y de caras de cemento en múltiples chiringuitos, a izquierda y a derecha, dicho sea de paso...

Ahora estamos en guerras -con las consiguientes misiones de imposición y/o mantenimiento de la paz- que durarán como las coloniales del siglo XIX y primera mitad del XX: decenios.

La emergencia de China continental como poder alternativo al liderado por los anglosajones estos últimos veinte años es indiscutible: el déficit estadounidense está cubierto por deuda adquirida por Pekín (Beijing, para los que aprueban la ESO) y, a larga distancia, por paquetes adquiridos por la también china Singapur y por Moscú.

El concepto de "guerras híbridas" no termina de calar ni siquiera entre nuestros militares, por no hablar de los expertos civiles más conspícuos. El concepto, espero que quede claro, no niega que las llamadas "guerras de las de verdad" no vayan a producirse, más bien afirma que todas las guerras son de verdad, sea cual sea la estrategia, el arte operacional y las tácticas que se empleen. Frente a "guerras" basadas en imperativos categóricos de carácter religioso como la civil que vive el Islam, en Occidente seguimos empeñados en la "tecnotitis", que viene a ser en el plano castrense como una pancreatitis precursora de cáncer. Sin embargo, de abajo a arriba, algunas nociones correctas empiezan a calar entre la "generación de la Transición", hoy en el poder corporativo militar en España.

Así, en su nº 11, de noviembre, la revista ATENEA presenta un análisis del TGral (r) Narro sobre Estrategias de Seguridad y Defensa (pg. 36 y ss.) y una entrevista con el actual JEMAD TGral José Julio Rodríguez pg. 54 y ss.). Desde sus distintas perspectivas y temas, ninguno de los dos se sale un milímetro de las pautas establecidas durante estos 20 años: adaptar lo que se tiene -o desea- a la realidad... o más bien a la viceversa.

Pero Narro hace bien en señalar discretamente que el mejor modelo de Estrategia Nacional de Seguridad y Defensa es el del Reino Unido (no digo nada del fracaso de su sistema de financiación basado en la externalización de bienes y servicios).

Y nuestro actual JEMAD tiene la delicadeza de no destacar que, primero como DGAM y después como JEMAD, un "requerimiento operativo" que algunos pocos creíamos hace dos años "urgente" se haya cubierto más o menos bien con su intervención en estos dos años. Y esto, a diferencia de los "programas especiales" de Industria que llevan 10, 20, hasta 25 años de evolución. Y hay quienes piensan que ese modelo de "programas especiales" es el óptimo, dado que vivimos en aparente paz... Curiosa coalición la de los pacifistas con los proveedores de bienes y servicios militares...

En mi opinión, buena parte de lo hecho estos veinte últimos años ha sido sólo suficiente en los planos institucionales y multinacionales. Y digo sólo suficiente pues, en los planos del día a día, sobre el terreno en conflicto, sobre los campos y áreas de entrenamiento... Así:

1. ¿Cómo explicar qué, siendo las Fuerzas Armadas una de las 'instituciones' más valoradas por el público, se haya visto caer en picado la ratio de aspirantes al ingreso en las tres academias corporativas?

2. ¿Cómo explicar qué, teniendo el magro presupuesto que tenemos, el valor operativo militar -y réditos tecnológicos de ello derivados- de cada euro empleado en Defensa sea menor que en otros países dignos de comparación en euros contantes y sonantes dedicados al efecto como Australia, Dinamarca, Noruega o Israel?

3. ¿Cómo explicar qué, suponiendo rotaciones -para misiones militares propias o multinacionales- de cuatro meses para el conjunto de las Fuerzas Armadas en el exterior tengamos en torno a 6.000 hombres y mujeres empeñados en ellas en cada rotación y no más?, y

4. ¿Cómo no sufrir el qué, al cabo, las críticas al nuevo modelo de Carrera Militar se parezcan en conjunto a las reivindicaciones del Cuerpo de Artillería en tiempos de Primo de Rivera?.

Uno desearía, como quizá fuera pertinente en el siglo XXI, que se protestase ante la falta de respuesta a necesidades corporativas derivadas de las características fluídas de los conflictos donde los escalafones valen poco y más la preparación integral de los hombres y mujeres militares que deberán afrontar combates ocasionales, campañas de pacificación y, tal vez, guerras "de las de verdad".

Pues, con 36.000 millones de euros de "deuda fantasma" financiada por Industria a terminar de pagar hacia 2025, vamos teniendo las mejores Fuerzas Armadas deseables para... 1989. Y de eso no se queja ninguna "junta de defensa", "soviet de soldados y marineros" o "sindicato corporativo" más o menos encubierto y consentido.

Que la diferencia española sea nuestro peculiar sistema de financiación -en el límite de la legalidad europea al respecto- no es óbice para comprobar que nuestro mal tampoco es aviso y si consuelo para muchos tontos y/o interesados, no sólo en Europa, sino incluso en los propios EE.UU.

Servidor simplemente aspira ya a plantear -teóricamente, por supuesto- qué Fuerzas Armadas estarán disponibles en España de aquí a 2029, cuando nos veamos libres -dicen- de la mentada "deuda fantasma".

Espero que la "generación afgana" que empieza a tomar relevo en posiciones ejecutivas de tercer e, incluso, segundo nivel entre nuestra oficialidad tenga las ideas más claras que sus coetáneos del gremio intelectual o de la política profesional... Coetáneos que, dicho sea en honor a la verdad, son también los míos y están en el poder en los medios de comunicación y en los partidos nacionales, léase PSOE o PP. Don Mariano, por ejemplo, está casi fuera de juego, y debería estar atento a De Mingo, criatura de Rato. ZP, hoy en el poder, no tiene sustituto posible hoy en el PSOE.

Los más listos, desde luego, como el mentado De Mingo, están ahora en negocios privados. Ya iremos sabiendo más de ellos. La 'generación afgana', manteniéndose como se mantiene lo básico del sistema de escalafón, irá decantando su liderazgo en los asuntos de su competencia, totalmente relacionados con el resto, si los observamos -los asuntos- con enfoque integral.

La foto es una de las últimas de Robert Capa, creo. Estamos en Indochina, una columna francesa -con material de manufactura estadounidense- avanza precavidamente sobre la carretera que colma el dique que regula el agua de los arrozales, hacia 1950. Había minas, cohetes y lo que hoy llamamos IED's. En Indochina Robert Capa murió al explotar bajo su 'jeep' uno de esos artefactos, como miles de franceses de nación y de más o menos forzada adopción. Allí nacieron los "métodos" de la Batalla de Argel, al copiar e hiperracionalizar los franceses las "prácticas" del Vietminh con sus prisioneros: la paciencia, la inteligencia y la voluntad son las mejores armas del bando tecnológicamente menos avanzado.

Hoy, como entonces, esta es una verdad axiomática.

1 comentario:

Empecinado dijo...

Enhorabuena, una de sus mas acertadas entradas.
El empecinado