10/22/2009

España, Polonia y Afganistán; todo tiempo pasado es tiempo corriente


1. Los casos "Millet", "Grüntel" y "El Ejido", cada uno en su marco y con sus respectivas extensiones tienen suma importancia estos días. Sumados a los que sospecho surgirán, ponen de relieve lo que quizá sea una tontería mentar estos días: la putrefacción del modelo de desarrollo económico y de gestión política en España, asunto del que la responsabilidad es común a todos, al margen de quien hay cometido delitos o no.

2. Recomiendo encarecidamente la lectura del libro de Adam Zamoyski Varsovia 1920. El intento fallido de Lenin de conquistar Europa, excelentemente traducido por Herminia Bevia y Antonio Resines.

Breve, claro, documentado, el autor describe con apuntes muy ajustados la guerra polaco-soviética de 1920. Centrado en las decisiones y operaciones militares, constitye un claro ejemplo de que la guerra es la continuación de la política con otros medios y viceversa; también, que no se puede comprender la actual situación de la Unión Europea y las diferencias de intereses nacionales en su seno sin tener en cuenta antecedentes que todavía pesan. Hace 20 años, la derrota soviética en Afganistán era saludada con alborozo por los mismos medios de comunicación -especialmente, neocon- que alentaron el mito del combatiente islamista contra el peligro comunista, y


Corn señala las posibles consecuencias económicas de esa guerra, conviniendo reocrdar que el actual déficit público estadounidense deriva de las largas campañas de Irak y Afganistán, no del sostenimiento de servicios sociales para vagos, enfermos e inadaptados. La hipótesis de Corn sobre la posibilidad de integrar alta política y operaciones COIN sistematizadas en Afganistán marca el estado real del debate en los centros de poder de D.C.. La bronca de la Fox Murdoch contra Obama pertenece al hecho de que dicho imperio mediático ha perdido el amparo presidencial... no quiero establecer paralelismos.

Pero no puedo dejar de llamar la atención a la solución que se apunta para institucionalizar un Estado en Afganistán que hoy no existe. En la página 7 de las 19 del ensayo leemos:

A new loya jirga should be convoked with a mandate to draft a new constitution promoting both a parliamentary regime and the kind of Spanish-like, "variable- geometry" federalism that gives greater autonomy to the regions. The new constitution could be ratified on time before the scheduled 2010 parliamentary elections (If the "mayor of Kabul" objects to the plan, he should be kindly reminded who pays for his security detail).

España, Polonia, Afganistán: distintos y distantes, ¿no pasan siempre las mismas cosas aunque sea de aparente diferente modo?.

1 comentario:

madisonrepublicano dijo...

No he leido el libro, pero el subtítulo falta a la verdad de manera flagrante e idignante. La guerra la empezó Polonia, que quería expandir su territorio e influencia. Tratar de pintar a Lenin, el que firmó el muy indecente tratado de paz de Brest-Litovsk, como un expansionista, es una guasa hilarante que sólo puede venir de un polaco antiruso.

Lo normal en la historia rusa, es que las potencias intenten invadir y repartir Rusia, ese tipo de guerras son más numerosas que las contrarias (como es el caso de esta guerra). El sentimiento de asedio ruso no nace ex nihilo. Mucho ojito con eso. Pero para tal hay que conocer historia.

La guerra Polaco-Soviética cambió de marea, y Stalin comandó los ejércitos soviéticos en un intento de conquista de Polonia en represalia. Pero afortunadamente fue vencido. En la mayoría de casos (que no siempre) Rusia se ha expandido por la necesidad de tener que destruir a agresivas potencias extranjeras que tratan de apoderarse de su territorio. Territorio que es zona de paso obligada para ejercer influencia por toda Eurasia, y que contiene abundantes recursos, esto es, lebensraum o Heartland. La Operación Barbarroja y el ascenso a Superpotencia de la URSS es un caso de paradigma, de un dictador (Stalin) que basaba su política exterior en el mero reconocimiento internacional y en no buscar problemas (el pacto nazi-soviético fue el colmo de la incompetencia diplomática del occidente de la época, mucho más que lo de Checoslovaquia).

Ahora bien, una vez dicho esto, la OTAN debe seguir ampliándose. Pero las majaderías antirusas que se las trague el hombremasa.

Saludos.