10/21/2008

Archivos y bibliotecas, todo pasa y todo queda: un prólogo de Franco, abril 1936



Ando yo preparando materiales por si las preguntas son escabrosas en el 1er Congreso Nacional de Inteligencia, dónde comentaré algunas de las operaciones de inteligencia y de operaciones especiales realizadas en España entre 1935 y 1945 por agentes extranjeros.

Y me encuentro con el libro del que inserto carátula y final del prólogo, firmado éste en Santa Cruz de Tenerife en abril de 1936. Lo tengo fotocopiado desde hace más de veinte años.

Casares Quiroga, ministro de la Guerra en junio de 1936, requería que el prólogo fuera retirado de la obra para que esta fuera publicada.

Lo fue finalmente en 1939, pasando la guerra los pliegos de imprenta en el sótano del Palacio de Buenavista de Madrid.

Al montarlo, el autor añadió algunas notas impresas fechadas en mayo de 1939 comentando lo sucedido entretanto. Transcribo parte:

"... el General Franco sabía cuál era la influencia del terreno en las operaciones. Sabía que su valor es relativo y subordinado. Sabía que la ocupación de un posición, como decía Clausewitz, carece de valor en sí y no es más que un acto preparatorio... El objetivo, ayer, como hoy y como mañana, será, en la guerra, siempre el mismo: el ejército enemigo al que hay que batir y aniquilar".

Franco no fue un incompetente, desde luego no en el plano político.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Ese es el prólogo en el que se pone a hablar de las similitudes entre la civilización capitalista y los fenicios?

Jorge Aspizua Turrión dijo...

Y con ello su "programa" de gobierno, inspirado en la Dictadura de Primo de Rivera -Obras Públicas- y el ejemplo de la Italia de Mussolinni.

A Franco, la foto de los cadáveres de Benito, la Petacci y sus camaradas en Milan le afectó muchísimo en 1945, como contó su primo en conocidas memorias.

Madison, manda tu correo electrónico a través de esta, que no hay manera de enviarte nada.