Las órdenes de silencio radio siguen vigentes para la revuelta fundamentalista chiita en El Libano y para la crisis del PP en España.
Por lo demás, con enfoque integral, podemos avanzar:
1. ETA reivindica el ataque contra una empresa de la 'Y' vasca. Todos los que están deseando que España no se vertebre en una red plural de intereses compartidos aplauden, aunque sea en silencio, la ejecutoria criminal de la banda. Las comunicaciones de toda índole en España -incluidas las que faciliten mejor aprovechamiento en la generación, acumulación, distribución y consumo de agua y energía- son el objetivo preferido de todo terrorismo, armado o no.
2. Como bien afirma El Alijar en Serbia en el filo y Kosovo dividido, se confirma por enésima vez la validez universal del análisis de Pauline H. Baker y John A. Ausink "State Collapse and Ethnic Violence: Toward a Predictive Model," (Parameters, Spring 1996) del que se inserta esquema. Como venían demostrando desde entonces los casos de Bosnia-Herzegovina, Irlanda, Somalia, Ceilán, Timor del Este, Colombia, Sierra Leona, Kosovo, Afganistán, Bélgica, el propio Irak y hoy Sudán, las soluciones son múltiples ante la alternativa de caos.
3. Como hemos convenido el pasado jueves Florentino Portero (GEES-FAES) y servidor (PSOE a la derecha de Solchaga y a la izquierda de Blair y ni un sólo paso más allá), no conviene que estemos todos ensimismados [vid. José Ortega y Gasset, ensayo Ensimismamiento y alteración. Meditación de la técnica (1939)] en lo nuestro de cada uno particular; y
4. No conviene confundir la pedagogía con la propaganda. En una institución de rango universitario hay que dar el máximo nivel. En ningún centro de postgrado de calidad, en ninguna escuela de Estado Mayor puede afirmarse lo que sigue y no cito autor: "los centros de enseñanza son lugares para trasmitir la política oficial de la organización; no son ni centros de reflexión, ni de novedad, ni de discusión". La aceptación, sin reserva mental, de tal especie causa muertos.
Dicho esto, teniendo presente a D. Miguel de Unamuno, animo a entonar El Novio de la Muerte, canción cabaretera y obrera de españoles y extranjeros.
P.S. Por si hace falta, ya tengo casa en Brooklyn (N.Y.), cortesía de afines a la Infantería de Montaña , federal con base en dicho Estado.
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