4/28/2008

Hace 110 años, hubo una 'guerra híbrida'


Si Uds. quieren asomarse al análisis serio de una guerra híbrida en la que se solapan acciones de guerrilla y de contrainsurgencia que no se reconocen politicamente por uno de los bandos.

Si quieren comprobar cómo en una guerra híbrida median campañas de comunicación complejas que hacen inviable el que la victoria militar -o, policial- en el campo de operaciones sirva para lograr la victoria política.

Si quieren conocer cómo en una guerra híbrida la potencia de fuego y la superior tecnología de poco sirven frente a la voluntad de acción de los adversarios más allá de unas idealizadas líneas de fuego y de tránsito de convoyes protegidos

Si, en fin, quieren comprobar cómo en toda guerra -que siempre es híbrida- los objetivos de actores y agentes aliados entre si divergen ya antes de que el conflicto bélico -al final abierto entre dos Estados constituidos, como fue el caso hace 110 años- se dé por formalmente finalizado...

Léan por favor:

"No considero que el esfuerzo español en la guerra fuera especialmente torpe o incompetente, aunque el Ejército y la Armada española dieron muestras evidentes de necesitar profundas reformas... Muestro una interpretación nueva y más compleja de la reconcentración, un política que obligó a medio millón de cubanos a vivir en ciudades fortificadas y en campos de concentración. Sostengo que Weyler, El Carnicero, no fue el único responsable de la reconcentración en 1896, ni el único en imponerla. Más bién comparte la culpa de esta gran tragedia con otros españoles y con los propios insurgentes cubanos".

Extraídas estas líneas del prólogo de un libro ya reseñado aquí en su edición inglesa de 2006, me honro en recomendar su lectura en la edición castellana: John Lawrence Tone. Guerra y genocidio en Cuba 1895-1898 (Madrid: Turner/Armas y Letras: 2008).

La anterior obra de Tone, La guerrilla española y la derrota de Napoleón, (Madrid: Alianza: 1999), centrada en los Mina del Viejo Reino de Navarra, ya dejó claro que los "mitos para la construcción nacional" no sólamente son elaborados por los llamados "nacionalistas periféricos". Para muestra del "nacionalismo serbo-celtibérico", dizque "liberal", la exposición de Esperanza Un pueblo, Una Nación -¿"Un Liderazgo"- y los comentarios "a la madrileña" de Curry Valenzuela en Mamelucos , ayer domingo en ABC.

Más nos valdría, conocido este texto, atender mejor a las necesidades básicas hoy en otras guerras híbridas, expuestas con lealtad de fondo y "buen modo" no exento de dureza. Por si acaso... hoy en El País Los blindados son viejos, ministra.

Y en todo caso, una pregunta en el aire: ¿cuál es el Ministerio que gestiona las costas de Cuba y la utilización de su suelo público por terceros?.

1 comentario:

Anónimo dijo...

No hay nada como la conmemoración de aniversarios centenarios de un determinado acontecimiento histórico, para que la generalización que lleva añadido el evento cause más daño al mismo que el reposo necesario y obligado en la cripta de la historia.

Me hago de mármol, aunque sea de un resto residente, sito en acrópolis olvidadas, cuando leo deslabazados e inconsistentes comentarios como los de Curri, a la hora de adornarse de tafetanes "à la mamelouk", con fondo musical de pasadoble, por lo demás, imprescindible. Habrá cometido baile de términos y del Infante D. Francisco se ha deslizado hacia lo de los "infantes mamelucos", que ya es desviarse, pero así son las cosas.

Es lo que pasa con los iconos que se meten en la retina desde la más tierna infancia.

Otros ya hablan de "dragones" ¿apuestas a que algunos se deslizan por rampas Tolkienianas no muy bien definidas y se incomodan internamente?

¡Y lo que nos espera!

De la de Cuba, como si no hubiera existido, por ahora. Y así será, con las habaneras vamos que chutamos.