Ayer les dije a los cirujanos la máxima del fundador del Tercio Español de Extranjeros, General Millán-Astray: "Mariconadas, las justas". Entre eso y el 9 largo en presencia, las cosas han ido razonablemente bien.
Leo los comentarios en prensa (alguno desde "burgos podridos" a reformar según ley electoral democrática) y en blog sobre el nombramiento de la "charnega" Carme Chachón (desde Cataluña, cuenta y razón coherente con la España que es y será). Digo lo mismo al respecto que lo dicho en el párrafo anterior; y me reafirmo en que Soraya no quiere a ningún palentino ejerciendo como portavoz de Defensa. Es bueno que cada quién limpie sus menas.
Releo en edición española de bolsillo Recuerdos de un soldado (1950, 2008), del Chef des Generalstabs des Heeres, el prusiano Heinz Guderian.
Educado en la obediencia ciega al Emperador y el respeto incondicional al Estado Mayor General, organísmo autónomo respecto del Estado en el que campearon entre 1916 y 1918 Luddendorf y Von Hinderburg, Guderian fue un gran táctico, un genio técnico y operacional y un estratega inteligente. Limitado por su formación, supo mantener bastante dignidad personal. El problema fue que el citado Estado Mayor General usó una "recortada" y "ajustada" edición de Clausewitz hecha a mediados del siglo XIX. La mejor interpretación, hoy, viene de EE.UU. Hoy seguro que Guderian pediría MRAP si no los tuviera Alemania ya.
Tengo para mi que, a todos los efectos, sus memorias publicadas en 1950, junto a las de Von Manstein sirvieron -junto con escritos y obras de Jünger y Speer, de Adenauer y de mi amado Willy Brandt- para dar base a la actual Alemania unificada, federal, liberal y social-demócrata.
En el prólogo escrito por Guderian leo, con pleno acuerdo, lo siguiente:
"Tanto para mis viejos soldados como para mí, "militarismo" significa vanidad, fatuidad, presunción, juego militar, fanfarrona copia del lenguaje castrense, la hipérbole de la apostura militar y su transplante a la vida ciudadana; conceptos que el verdadero soldado rechaza. Precisamente por conocer la terrible realidad de la guerra juzga inadmisibles, como hombres (personas), semejantes conceptos. El militarismo aspira a la conquista ambiciosa y a la política de dominio. Nosotros fuimos soldados para defender nuestra patria y hacer a nuestros jóvenes honestos y aptos para el servicio militar...".
Hace ya decenios que en una Universidad "roja" afirmé que el militarismo era una enfermedad civil que solía afectar a los militares de carrera. Mis oponentes en aquella discusión -conservo los nombres- hicieron carrera universitaria y editorial, algunos a la derecha...
Hoy, además, inserto abajo foto de una señora que, habiendo sufrido el comunismo, es la Canciller de Alemania, del mismo modo que el socialdemócrata y maricón Alcalde-Presidente de Berlín lo es. Y ese modo es la elección y el control democrático a cargo de ciudadanos y ciudadanas libres.
Semper Fi a JFK: "Hace doscientos años, los padres fundadores de América afirmaron ser ciudadanos hijos de romanos, hoy yo digo: Ich bin ein Berliner".
Aviso: el titular de los derechos en castellano de la obra de Guderian, es teniente coronel en la reserva de las Fuerzas de Defensa de Israel, con base en Barcelona... De lo que pase hoy en Zikurkil (escrito en españolísimo vascuence) daré cuenta y razón mañana, si no tengo mala novedad personal.
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