3/28/2008

Unidad Militar de Emergencias: apuntes sobre una nota del Senador Muñoz-Alonso


D. Alejandro Muñoz-Alonso ha librado en GEES La Unidad Militar de Emergencias: una vía para desmilitarización de las FAS. Cumple así con su deber de dar a conocer sus legítimas posiciones políticas como Senador electo por Madrid dentro de la candidatura propuesta por el Partido Popular. Lo que sigue se escribe desde el máximo respeto y admiración personal hacia quién, además, es mi superior orgánico en la Asociación Atlántica Española.

Su tesis sobre la Unidad Militar de Emergencias (UME) se resume ya en el título y se expresa claramente al afirmar que "lo que estimamos que no es aceptable es la segregación permanente de una parte de las FAS para una función plenamente transferida a las comunidades autónomas".

Más allá de las opiniones jurídicas en la que el Senador Muñoz-Alonso se basa para afirmar que "podría llegar a admitirse la existencia de una unidad como la UME, si su creación se hubiera realizado, formalmente, cumpliendo con los indispensables requisitos legales", llega a afirmar que "nos hallamos ante un proceso encubierto de desmilitarización de las FAS" del cual la creación de la UME sería un episodio más, unido al crucial referido a la necesaria reforma de la Enseñanza Militar reemprendida la pasada Legislatura.

En este minarete personal ya se tiene dicho, la última vez anteayer en Chatarras y Catástrofes: hacia un enfoque integral, que "Nadie más crítico que servidor ante la necesaria Unidad Militar de Emergencias, que pese a sus defectos es un factor adicional de cohesión nacional adquirido en la pasada Legislatura".

No aburriré al lector con mis propias opiniones y, sobre todo, en el desglose en las alternativas de reforma de la UME.

Sin embargo, quiero acotar tres puntos:

1. D. Alejandro pone de relieve en su texto la persistencia de la vision política que, "de lo militar", fijara el general D. Jorge Vigón en tiempos el viejo Estado corporativo en obra aquí ya tratada. Lo hace al dar oportuna cita sobre la esencia de "lo militar" y de las Fuerzas Armadas reiteradas en 1997 por el TGral D. José Ramón Pardo de Santayana quien, a su vez, sostenía en 1996 que "Las Fuerzas Armadas han estado siempre sostenidas y servidas por la Administración del Estado... Las FAS no forman parte del Ministerio aunque dependan de él..." (J.R. Pardo de Santayana. "Criterios Básicos de la Defensa Nacional" en VV.AA. España y su Defensa. Una propuesta para el futuro. Madrid:Papeles de la Fundación nº 35- FAES: 1996; pg. 115).

2. Desde la derecha, D. Alejandro viene a decir lo mismo sobre el objeto de la cuestión que Jesús A. Núñez Villaverde -militar de formación y claro referente de la escuela predominante en la izquierda sobre cuestiones de Seguridad y Defensa- en su artículo publicado en El País el pasado 7 de enero, Pascua Militar, felicitaciones y algo más, al afirmar que: "Pero, por otro (lado), también han incrementado la confusión al utilizar mensajes inadecuados (ni los militares ni los ejércitos son actores humanitarios, aunque puedan realizar ciertas actividades de este tipo; ni la Unidad Militar de Emergencias (UME) puede considerarse un acierto, sino más bien la renuncia del Estado a contar con una Protección Civil digna de tal nombre".

3. Ambos a dos -D. Alejandro y mi buen amigo Jesús- terminan aceptando las posiciones políticas de los nacionalistas vascos y catalanes que también se oponen a la UME, tal cual ya se reflejó aquí. En este punto, conviene recordar que el desencadenante del proceso de toma de decisión por parte de Zapatero fue la constatación de la inoperancia de los servicios de Protección Civil transferidos a la Junta de Castilla y León y a la Comunidad Autónoma de La Rioja (gobernadas entonces y ahora por el PP) a la hora de asistir a los damnificados por las grandes nevadas de enero de 2005. Lo cuál no hizo más que acumular pruebas sobre las que tomar soluciones prácticas tras similares antecedentes durante las Navidades de 2001 en la gestión de la Protección Civil de la Generalidad de Cataluña, que obligó a recurrir al Ejército, como bien recordará el TGral. Luis Alejandre, también buen amigo y mejor militar.

Lo más importante queda por recalcar:

Hubo riesgos asociados a la mala gestión de las incidentes del complejo nuclear de Vandellós, con reiterada ocultación de información al Consejo de Seguridad Nuclear hasta 2005 y persisten los geológicamente previsibles de gran terremoto, por ejemplo, en la falla de Sierra Nevada sobre la Vega de Granada y Costa del Sol, (en la foto superior, análisis de detalle, a petición de Alemania, de efectos de un terremoto en Java, Indonesia). Y hay muchos otros que supondrían, de plasmarse, grandes daños fisicos sobre personas y bienes, con enorme impacto social y político, posibles desencadenantes de procesos de deslegitimación del Estado democrático, social y de Derecho establecido por la Constitución de 1978.

Precisamente por ello, el Estado, en su integridad, necesita de una Estrategia Nacional de Seguridad. En ese marco, asumiendo que tendrá que ser reformada en aspectos en los que reitero que aquí no entraré, la UME, precisamente por ser militar, dotada de armamento ligero, de gozar en su acción de las debidas garantías y facultades como "agente de la autoridad", -democrática, por supuesto-habiéndose concluido acuerdos de coordinación en los niveles de la Administración Central, Autonómica y Local del Estado, terminará siendo tan imprescindible para la seguridad y la libertad de los españoles como lo es esa creación liberal que es la Guardia Civil, en su días fundacionales combatida por vagos, maleantes, bandoleros... y, también, por milicianos nacionales y carlistas.

NOTA FINAL: No voy a gastar bromas sobre el orígen histórico del acrónimo UME. Si, inserto abajo, foto de satélite de los incendios del pasado verano en el Peloponeso (Grecia).


No hay comentarios: