A lo largo del día se ha ido desgranando una "Sarta de Sandeces" (en adelante, SS) a propósito del Kosovo.
En mis comentarios está el resúmen de la dicha SS:
1. Lo que ha sucedido en Kosovo tiene por antecedente la secesión respectivamente unilateral de Eslovenia y Croacia, en primera instancia reconocida por Alemania, Austria y El Vaticano en 1991. En aquellos días -y en sucesivos años hasta 1999 y después- ningún conservador españolista y, menos, el clan de los "vieneses" de El País, entonces con Hermann Tertsch al frente, dijeron ni pío en contra. Los nacionalistas vascos y catalanes si que lo han hecho, a favor, hasta hoy, cuando el Ayntamiento de Sant Cugat del Vallés ha reconocido la secesión del Kosovo: es un municipio de clase media alta, con fuerte implantación nacionalista.
2. El proyecto de "Gran Serbia" propuesto por Milósevic, precisamente en Kosovo, en 1989 facilitó el punto 1. junto al hecho de que buena parte de la Administración Federal de Yugoslavia -incluidas sus Fuerzas Armadas y miembros del Poder Judicial- estaba dominada por oficiales serbios, más nacionalistas que comunistas y, sobre todo, menos inteligentes que quienes optaron por la secesión á la "terciopelo" en lo posible o por las bravas.
3. España se pudo retirar de Irak, entre otros factores, porque ni Francia ni Alemania apoyaban al clan "neocon" que lideró ese fiasco. Anthony D. Cordesman, para nada sospechoso de izquierdismo, ha dado breve cuenta de los mismos en el artículo Worse Than Lyndon Johnson’s Team?. España, miembro de la UE y de la OTAN, no puede romper sus compromisos operativos hoy en Bosnia-Herzegovina (en cuya frontera está, recuérdese, la Krajina) y en Kosovo. Si puede, y debe, realizar cuantas gestiones sean precisas para que Serbia obtenga las garantías precisas para que el proyecto democrático y europeísta del que participan muchos de sus ciudadanos pueda tener continuídad.
4. Muchos de los propagadores de la SS se permiten ignorar que, tanto la creación del supuesto estado multiétinico y democrático de Bosnia-Herzegovina (a partir de los acuerdos de Dayton de 1995), de la segregación pactada de Montenegro y, hoy, efecto final de la operación militar de la OTAN en 1999, de la secesión unilateral de Kosovo han tenido siempre pleno apoyo de la Liga Árabe y de la Conferencia Islámica. En cierto sentido, las soluciones dadas a "las guerras balcánicas" han permitido mantener cierta cohesión en Europa garantizando sus suministros energéticos. En este momento, Rusia velará -como hicieron sus paracaidistas en Kosovo en 1999- por los intereses rusos en relación con Serbia: el límite lo impondrá sus propios intereses en relación con los países árabes y, en general, con los de las diversas confesiones islámicas.
5. En el fondo, España ha de mantener la posición que mantiene hoy:
a- Sostener nuestra lealtad para con los intereses nacionales coordinados en el seno de la UE y de la OTAN, de los que dependen no pocos de los que nos son vitales, y
b- Sostener, mediando un enfoque integral, la actual presencia militar, policial y civil española en las diversas operaciones en marcha en las diversas regiones de la liquidada Yugoslavia y favorecer social y diplomáticamente la interlocucion de las autoridades y ciudadanos serbios tanto con la UE como con la OTAN, muy especialmente antes y tras las elecciones anticipadas a celebrar el 11 de mayo próximo en Serbia.
6. Excluir, en el plano interior, toda tendencia a la "serbización" á la chetnik y, desde luego, asumir que España es tal como es y no como cada figura deseara imaginar que fuera.
En mis comentarios está el resúmen de la dicha SS:
1. Lo que ha sucedido en Kosovo tiene por antecedente la secesión respectivamente unilateral de Eslovenia y Croacia, en primera instancia reconocida por Alemania, Austria y El Vaticano en 1991. En aquellos días -y en sucesivos años hasta 1999 y después- ningún conservador españolista y, menos, el clan de los "vieneses" de El País, entonces con Hermann Tertsch al frente, dijeron ni pío en contra. Los nacionalistas vascos y catalanes si que lo han hecho, a favor, hasta hoy, cuando el Ayntamiento de Sant Cugat del Vallés ha reconocido la secesión del Kosovo: es un municipio de clase media alta, con fuerte implantación nacionalista.
2. El proyecto de "Gran Serbia" propuesto por Milósevic, precisamente en Kosovo, en 1989 facilitó el punto 1. junto al hecho de que buena parte de la Administración Federal de Yugoslavia -incluidas sus Fuerzas Armadas y miembros del Poder Judicial- estaba dominada por oficiales serbios, más nacionalistas que comunistas y, sobre todo, menos inteligentes que quienes optaron por la secesión á la "terciopelo" en lo posible o por las bravas.
3. España se pudo retirar de Irak, entre otros factores, porque ni Francia ni Alemania apoyaban al clan "neocon" que lideró ese fiasco. Anthony D. Cordesman, para nada sospechoso de izquierdismo, ha dado breve cuenta de los mismos en el artículo Worse Than Lyndon Johnson’s Team?. España, miembro de la UE y de la OTAN, no puede romper sus compromisos operativos hoy en Bosnia-Herzegovina (en cuya frontera está, recuérdese, la Krajina) y en Kosovo. Si puede, y debe, realizar cuantas gestiones sean precisas para que Serbia obtenga las garantías precisas para que el proyecto democrático y europeísta del que participan muchos de sus ciudadanos pueda tener continuídad.
4. Muchos de los propagadores de la SS se permiten ignorar que, tanto la creación del supuesto estado multiétinico y democrático de Bosnia-Herzegovina (a partir de los acuerdos de Dayton de 1995), de la segregación pactada de Montenegro y, hoy, efecto final de la operación militar de la OTAN en 1999, de la secesión unilateral de Kosovo han tenido siempre pleno apoyo de la Liga Árabe y de la Conferencia Islámica. En cierto sentido, las soluciones dadas a "las guerras balcánicas" han permitido mantener cierta cohesión en Europa garantizando sus suministros energéticos. En este momento, Rusia velará -como hicieron sus paracaidistas en Kosovo en 1999- por los intereses rusos en relación con Serbia: el límite lo impondrá sus propios intereses en relación con los países árabes y, en general, con los de las diversas confesiones islámicas.
5. En el fondo, España ha de mantener la posición que mantiene hoy:
a- Sostener nuestra lealtad para con los intereses nacionales coordinados en el seno de la UE y de la OTAN, de los que dependen no pocos de los que nos son vitales, y
b- Sostener, mediando un enfoque integral, la actual presencia militar, policial y civil española en las diversas operaciones en marcha en las diversas regiones de la liquidada Yugoslavia y favorecer social y diplomáticamente la interlocucion de las autoridades y ciudadanos serbios tanto con la UE como con la OTAN, muy especialmente antes y tras las elecciones anticipadas a celebrar el 11 de mayo próximo en Serbia.
6. Excluir, en el plano interior, toda tendencia a la "serbización" á la chetnik y, desde luego, asumir que España es tal como es y no como cada figura deseara imaginar que fuera.
En la foto, carro de combate francés H-39, al servicio de las Waffen SS División "Prinz Eugen" en Yugoslavia, c. 1943.
1 comentario:
Jorge, a mi lo que me preocupa es que por primera vez en todo este dominó de secesiones balcánicas, se produce una en franca contradicción con una resolución vigente y no derogada del CSNU.
Estoy en contra de abandonar a los serbios de Kósovo, pero si alguien no impone la cordura, podremos ver a la ONU y a la OTAN actuando para evitar su derecho legítimo a votar en las elecciones el 11My.
O sea, a la ONU y la OTAN actuando para evitar el legítimo, legal y democrático derecho de los serbios de Kósovo a votar en su propio país aunque se lo hayan reventado.
Si eso pasa, vamos a tardar medio segundo en ver cómo los radicales serbios explotan esa actitud y nos comparan con los chinos en el Tibet.
Saludos.
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