9/09/2007

Sobre editoriales y bibliografías desde Guipúzcoa


Mal está de lecturas aposentadas y de capacidad de análisis riguroso el editorialista de ABC que ha escrito hoy Una patriota en Lizarza. Aunque ella sea de los nuestros- esto es, de los este servidor- en Lizarza, resulta que los otros también son patriotas de lo suyo, por más que a voces estén dando señales esos criminales de estar en las últimas, para descontento y desorientación de tantos ensimismados, sus, ¡ay!, aliados objetivos. La nuestra no hubiera podido tomar firme decisión política respecto de cumplir la ley de banderas hace 3, 5, 10, 15, 20 ó 30 años atrás...

El de El País no le va a la zaga, por más que le baile el agua a ZP –secretario general de mi partido- en Desde el 11-S.

Para ellos -y para los amables comentaristas de la lista bibliográfica propuesta en 2001 publicada ayer en este minarete personal- sugiero una lectura recientemente publicada que incluye consideraciones necesarias para redactar editoriales sobre los asuntos tratados por los dichos periódicos de referencia derecha-centro-izquierda:

Anthony McIvor (ed). Rethinking the Principles of War. (Annapolis: Naval Institute Press: 2005, 572 pgs.).

Camino desde Fuenterrabía a San Sebastián y viceversa, saludos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Cierto, Regina "la nuestra", pero nuestra por española y vasca o debiera escribirlo con mayúsculas, no hubiera podido ordenar el izado de la bandera española en el Ayto. de Lizarza, escasamente unos pocos meses atrás. No era alcaldesa.

Pero sí podían haber ordenado que se izara cumpliendo la la ley, tantos y tantos alcaldes -anteriores y actuales- que están obligados por ella. No izarla puede tener un resultado práctico para dichos alcaldes, no cabe duda, pues es una manera de evitar enfrentamientos y alterar el desarrollo de las sesiones, por ejemplo. Pero también puede obedecer a una falta total de sintonía con esa bandera y con lo que representa, con lo que el no izarla les convierte en cómplices pasivos de "los otros". Y también por una combinación de ambas, evitar problemas y sintonía tímida con estos.

En todo caso la ley se incumple por parte de quienes están obligados a ello (o se tiene una postura en defensa de la ley y del Estado, o sufra la consecuencia lógica aquel que juega a ser ácrata mientras cobra un sueldo de ese mismo Estado) y las posturas -la de "la nuestra" y la de "los otros" son irreconciliables hasta el punto -quién siga con la táctica del avestruz no lo verá- de que un referendum de autodeterminación, sea cual sea el resultado, no podría evitar un desgarramiento social, imprevisible en su intensidad o extensión, sin duda, pero ya desde años larvado.

La valentía de Regina -yo sé que posiblemente no tendría ese valor, quizá- es admirable, por más subterfugios que se busquen para justificar con lo práctico y lo cómodo una actuación diferente. ¡Y eso duele.... y como duele... a muchos! Poner una bandera en el mástil que le corresponde, en muy poco o en nada va a cambiar la situación, pero como símbolo, quizá sirva para elevar la moral de alguno y posicionarse más decididamente en la defensa de lo que se cree o de lo que se tiene por válido. Los “otros” saben que quieren y apuestan por ello (sin recurrir a eufimismos de esos tan caros a la clase política que sigue pensando que la mayoría de los ciudadanos son mentalmente nulos) lo conseguirán entre el silencio de sus neo-colaboradores –quizá no tan neo como pueda parecer- y la resignación de quienes tiraron la toalla por la razón que sea.
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Después de la excelente referencia bibliográfica que el sr. Aspizua nos ha entregado, demostrando que sabe ir al fondo de las cuestiones en materia de defensa y a la espera de que se publique rayando el ocaso de este 2007 el último trabajo de Antulio, Clausewitz and Contemporary War del que ya también nos dio su debida información en este, su minarete, que sinceramente se eleva, pero muy alto, me atrevo a incluir el enlace a la web en donde se pueden descargar los artículos y trabajos de Antulio J. Echevarría
Que considero imprescindibles para entender que por encima de teorías reinventadas según les va en la feria a sus autores, las ideas-fuerza que están ya en Clausewitz - y que ya existían antes de que naciera-, siguen tan activas como cuando él las redactó, en medio de esta confusión reinante en un mundo que quiere conservar sus ventajas y avances en todos los órdenes -pero no sabe o como- frente a otro que quiere sencillamente destruirlo para volver al cerrilismo del borrego sin capacidad de pensamiento.

Saludos

Jorge Aspizua Turrión dijo...

Querido amigo Kinn...

Gracias por tu nota, en especial cuando me ayudas a comprender por qué en los más de veinte años que la Ley de Banderas está vigente, ningún gobierno de España la ha impuesta a la espera de la última resolución del Poder Judicial que se produjo hará poco más de un mes. Desde luego, político y de ¿clase? es nuestro Poder Judicial

Sobre tu recomendación de Antulio, qué quieres que te diga: completamente de acuerdo.

D