8/23/2007

De la Historia y las emociones en tiempos de guerra y de paz


Bush, Sarkozy y ZP, como tantos otros líderes políticos, se parecen en que manejan muy bien las emociones del público.

Bush lo acaba de demostrar rememorando ante los veteranos de las guerras americanas del siglo XX las consecuencias de una guerra mal librada siguiendo los mismos principios que él ha aplicado en Irak y en Afganistán: Vietnam.

Sarkozy, entre otras acciones, proponiendo la castración química de los pederastas.

A ZP le bastará con…

Sarkozy gana por la mano al mostrarse firme: a nadie se le ocurre apoyar públicamente a los pederastas y sus depredadoras acciones.

ZP goza de múltiples beneficios ante el triste espectáculo de evidente desvarío que emerge de la calle de Génova…

Bush clama que es necesario apoyar a nuestras tropas. A nadie se le ocurre rehusar ese apoyo; como me decía paseando por el campo de batalla de Gettysburg en un frío febrero un viejo combatiente de Vietnam –de los de a pie, en posiciones como la fotografiada e inserta arriba en el región católica de Can Tho, gestionada por las Mike Forces hacia 1968-, el problema es ·cómo se apoya y se emplea a las tropas de manera eficiente para lograr la victoria, que siempre es política·.

Ni Irak ni Afganistán eran la Alemania y el Japón de 1945, asustados sus líderes y población ante la inminencia de un último asalto soviético sobre "su" suelo, en el último caso acompañado de las hordas chinas a "su" Occidente.

Ni Irak ni Afganistán serán un nuevo Vietnam, aunque sus gobiernos tiendan a parecerse demasiado a los sucesivamente establecidos en Saigón antes y después de la retirada de los franceses en 1954 o de los estadounidenses en 1972. En uno de los peores casos previsibles, no el peor, cualquier aventura de Irán sobre "sus" inmediatos Oriente u Occidente retrasará su desarrollo interno como lo retrasó la aventura de la China Popular sobre Vietnam y Camboya entre 1975 y 1980… Lo cierto es que, en cualquiera de los casos, seguirá muriendo gente, demasiada gente.

Irak y Afganistán se han convertido en trasuntos de Somalia y de El Líbano.

Evidentemente, los EE.UU y el resto de Occidente, incluidas las misiones de la OTAN y de la UE, no se pueden retirar de Irak y de Afganistán. Tampoco pueden retirarse, hoy, ni la misión de la ONU de El Líbano liderada formalmente por Italia ni la coalición etíope-estadounidense presente en Somalia, cuyo territorio y población diríase que fueron, vistas las cosas como están hoy, imprudente y vergonzosamente abandonados en 1993: urgía más entonces frenar las salvajadas en los europeos Balcanes...

Debemos apoyar, si, a nuestras tropas y, también, a nuestras víctimas, sin condiciones previas ni segundas intenciones.

Y también, claro, debemos apoyar en lo principal a nuestros líderes electos, sin dejar por ello de ejercer nuestra capacidad crítica con el máximo rigor y responsabilidad que sea posible.

Faltando muchos a esos deberes, parece que a ZP le empiezan a sobrar recursos…

En la calle de Génova, parece también, que tan sólo esperan a "su" Karl Rove, pluma que se adivina redactando el mentado discurso de Bush, ayer: el problema es que viene repitiéndose mucho desde 2003...

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