De la reseña de El País sobre el debate de hoy en el Senado respecto del asesino De Juana:
"García Escudero ha negado que el Gobierno tomara la decisión basándose en la legalidad, como ha dicho Zapatero, sino que se trata de una medida “política, arbitraria y un fraude de ley”. “El terrorista no estaría hoy con un pie en la calle si usted no lo hubiera querido así”, ha dicho, porque De Juana no estaba enfermo, sino que su situación era “voluntaria y su vida no corría peligro” -Escudero ha calificado varias veces de “dieta blanda” la huelga de hambre del etarra y ha asegurado que no iba a morir porque “es un cobarde, de los que nunca llegan hasta el final cuando se trata de su propia vida”."
Habiendo visto y oido ese debate, la última afirmación de García Escudero puede encerrar una peligrosísima conclusión, tanto más desde el punto de la moral católica.
¿Fueron unos valientes los suicidas de Leganés?
No se debe dar ese pié.
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