José Cohen, amablemente, me envía un comentario publicado en el blog Desde Sefarad.
En el fondo, no veo discrepancia.
Las suyas son opiniones matizadas a un texto de izquierda, para izquierdistas demócratas -hay también derechistas demócratas- en defensa de Israel y, como se remarca, de España tal como es.
Desde luego, no hay el "error táctico" al que se refiere, también amablemente, el comentarista Uriel: el Manifiesto, hasta donde me consta, no busca aglutinar al todo el mundo en primera instancia.
Sólo intenta dar voz a quienes hasta ahora no la hemos tenido en nuestro ámbito ideológico. Y esa voz, claramente, no pretende ni unanimidad ni exclusividad, tal cual es costumbre entre tantos derechistas e izquierdistas. O por decirlo en términos bíblicos: también los de la tribu de Benjamín, aunque minoría, tienen derecho a expresarse, aunque los de la de Judá al final resulten mayoría.
En todo caso, otra vez, el Manifiesto ya en su sede.
P.S. Por cierto, tampoco soy "progre" ni creo que nunca lo fuera.
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