El Año Nuevo que se viene encima... en España

Se acaba el año 2006 de la era común.

ETA ha hecho su día de los cristales rotos, como era en todo caso de esperar. No deja de ser simbólico que los dos desaparecidos en el atentado de Barajas sean ecuatorianos: "Ínclitas razas ubérrimas, sangre de Hispania fecunda".

Si se tenía información certera, y la autoridad competente no hacía caso, como hay trazas de que pasó en el 11-M, era y siempre es legítimo deber hacerla pública, arrostrando las consecuencias personales, antes de que se produjera el ataque terrorista.

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En todo caso, menudo año nuevo se nos viene encima:

ECONOMÍA

Los españoles quieren poder pagar una hipoteca en paz. Esta es la clave última de toda estabilidad.

En 2004, los informes económicos más sólidos ya señalaban que, a partir de 2007, las bases del crecimiento sostenido en España se diluirían.

De hecho, ya se sabía desde mucho antes y, tal como hoy se confirma, las medidas de reforma estructural a realizar -no sólo las pretendidamente liberalizadoras- no se tomaron... y no se han tomado.

El problema: los beneficios a corto plazo son muchos y los que con ellos llenan sus particulares bolsillos, son gongorinos de los de "ande yo caliente y ríase la gente" poco dispuestos a cambiar su modo de vida, aunque sea para mejor.

De hecho, los sectores productivos de escaso valor añadido real siguen siendo tan punteros de nuestra economía en 2006 como lo eran en 1976. Lo malo es que a Europa ya no le hacen falta camareros, bancarios, albañiles y becarios de investigación españoles. Los márgenes de maniobra son cada vez más estrechos.

POLÍTICA

Dado el sistema de poder existente en España -y en evolución-, han cumplido bien su papel de estabilización política los siguientes instrumentos:

• la cancelación de los crímenes cometidos a derecha y a izquierda establecida con la amnistía de 1977,
• la gestión de la Constitución de 1978 dentro de los límites de la sentencia del Tribunal Constitucional de 1983 sobre la LOAPA, y
• el campo de juego establecido por la Ley Electoral, que permite no pocos burgos podridos.

Desgraciadamente, el tiempo ha confirmado que ETA, en tanto que parte del sistema de poder en España, es garante de que no se puedan introducir cambios en el sistema político que ayuden a profundizar en el proceso democrático.

Un voto es un voto, pero en España hay votos privilegiados, por diversas razones, que configuran el poder territorial cuyos equilibrios a escala nacional son cada vez más inestables.

Así. al PP en Soria le cuesta menos ganar diputados en tan sobrerepresentada provincia que al PNV en Álava, siendo muy complicado para el PSOE en Madrid arrancar de las arcas del PP votos que sin embargo en Andalucía terminan naturalmente en sus reales.

Que las relaciones con el conjunto de España en Navarra, las Canarias, las Baleares, Ceuta, Melilla y, últimamente, Cataluña sean de hecho y casi de derecho confederales tampoco ayuda mucho.

ETA es la gran excusa para no hacer nada realmente práctico, pues los gongorinos dichos aplican con exito también aquí sus preceptos. Lo malo es que, con ello, tienen engañado a mucho público, importando poco en el fondo los muertos... con lo que ETA siempre gana persistencia

SEGURIDAD Y DEFENSA

Qué decir.

Sobre ETA, lo dicho.

A los moros con ganas de matar infieles no los trae hoy Franco: los trae el hambre y la ambición de poder que las independencias de sus países de origen no han satisfecho.

Las bandas de ex-combatientes balcánicos y narcos sudamericanos que se juntan con las locales en España crean, cuando conviene a los medios y a los partidos en la oposición, alarma social.

Dados los condicionantes políticos y económicos, anteriormente expresos, y la cultura corporativa existente en España, la mera instauración de la Unidad Militar de Emergencias sólo es una mejora relativa a la hora de abordar la prevención y paliación de grandes desastres públicos sean originados por la Naturaleza (el supuesto del terremoto de Granada) o por los seres humanos (remember Vandellós II).

La dependencia energética de España es insostenible, excepto para los comercializadores de la energía, mediando la persistencia de la subvención al consumo que supone la fijación de precios tasados por la Administración. Otrosí, ocurre con el agua y con el suelo...

La falta de preparación para grandes desastres y la dependencia energética configuran las ventanas de oportunidad tanto para la acción del hiperterrorismo -a ETA, con lo que tiene y sabe hacer, le basta- como para la manipulación de agentes estatales y privados foráneos... y señalo a uno relativamente lejano: Gazprom.

Los tráficos terrestres, marítimos y aéreos de toda índole que tienen origen, fin y, sobre todo, paso por España y su área de control soberano son el condicionante estratégico básico de nuestro sector de Seguridad y Defensa.

España, por exigencia geográfica y política, presta servicios de Seguridad y Defensa a sí misma y a la comunidad internacional en consonancia con su calidad general de provedora de camareros, bancarios, albañiles y becarios de investigación.

Pero el problema es que, como es lógico, no pocos de nuestros agentes de seguridad y defensa -por no hablar de los diplomáticos por oposición y, sobre todo, de los humanitarios de salón- son partícipes de la cultura corporativa común y de los condicionantes políticos y económicos descritos: no se quiere ver qué hay que atender, con las armas en la mano, más allá de lo visible al seguir la conceptual y estratégicamente limitada preferencia por el eje Canarias-Estrecho-Baleares, como si todavía estuviéramos en la no beligerancia de la Segunda Guerra Mundial.

Así, no hay mucho margen para transformar nuestro sistema de Seguridad y Defensa para atender, con todo rigor y todos los medios, misiones de defensa avanzada de fronteras como la de los Balcanes (1991-2...), la de Afganistán (2002-2...), la de Irak (2003 y 2004), la de El Líbano (2006-2...) y... las que se avecinan...

Por ello, nuestra ventaja relativa -buenos, bonitos y baratos- tambien se está agotando ese sector.

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Dicho todo esto, Feliz Año Nuevo.

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P.S. La cúpula dirigente de la AVT y sus padrinos mediáticos están encantados de caer en las trampas de ETA. Los verdaderos conservadores, esta vez, no.