11/22/2006

Terrorismo en El Líbano: rigor y retoques

Mientras que Maruja Torres comenta el asesinato de Pierre Gemayel con el mismo rigor mental que emplea Luis del Pino para propagar la especie de la participación de la exhausta ETA en el 11-M -es decir, con ninguno- Margarita Sáenz Diez publica en El Periódico de Catalunya una entrevista con Carlos Pérez-Urruti, comandante de la Infantería de Marina española, recién llegado de El Líbano.

El títular de la entrevista No tenemos que desarmar a Hízbula retoca la respuesta de nuestro comandante: "Los cometidos aprobados por las Naciones Unidas recaen sobre las Fuerzas Armadas libanesas, y nos corresponde darles el apoyo que pidan. Nosotros no tenemos el encargo directo de desarmar a Hizbulá".

A su vez, a la pregunta "¿Con qué se queda: con la recepción clandestina en EEUU de los cadáveres de soldados muertos en Irak o con los honores que reciben en Gran Bretaña los muertos británicos?", nuestro comandante se ve obligado a contestar, "Sin ninguna duda, con la segunda opción. No hay nada más triste que poner tu vida en peligro sin que la opinión pública de tu país lo sepa o lo agradezca".

Margarita Sáenz Diez puede así afirmar en la entradilla de la entrevista ". Carlos Pérez-Urruti, de 43 años y natural de Hondarribia (Guipúzcoa), lamenta la clandestinidad con que son acogidos en Estados Unidos los cadáveres de los militares muertos en Irak. Morir "por la patria" y que nadie se entere debe de ser durísimo".

Servidor ha asistido en EE.UU. a funerales y entierros de militares muertos en Irak, establecidos según un estricto protocolo público. Servidor recibe desde el Pentágono todos los días notificación exacta de los nombres, grado, circunstancias de la muerte y dirección a la que dirigirse para interesarse por las honras fúnebres de cada fallecido en campaña y por la situación en la que quedan sus familiares y deudos.

No existe ninguna clandestinidad en EE.UU. a la hora de honrar a los caídos en su defensa.

A nuestro comandante le faltaba la información precisa para responder como se debía a una pregunta planteada como emboscada.

La diferencia entre nuestros combatientes -uno de ello, nuestro comandante- y "los emboscaos que andan todo el dia metíos en los cafés" es que a los primeros se les puede sorprender mientras que a los segundos hay que ponerlos en la más estricta de las reservas; esto es, al margen.

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La foto que encabeza esta nota presenta al joven Ahmedinayab escoltando a un diplomático estadounidense de los secuestrados en Teherán durante 444 días en 1979. La que cierra esta nota recoge al hoy presidente de Irán pasando revista a las tropas acompañado por el actual presidente de Siria.

Buenas noches y buena suerte

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